http://es.123rf.com/photo_2746383_a-la-hierba-verde-en-el-desierto-sobre-un-fondo-de-tierra-seca-silvestre-distrito.html
Viriditas
Aparece de golpe, pero eso se
debe a que, aún oculto, el verdor siempre estuvo. Es sensible a la presencia
del sol: la intensidad del calor unida a la justa humedad lo obligan a salir de
su escondite. Cuando el sol se excede o se va, el verdor se seca, pero hay algo
que deja adivinar que, detrás de esa sequedad, el verdor trabaja en la linfa y
en las raíces, y prepara sus respuestas. Muchas promesas se adivinan, para el
que sepa buscar, en las casi imperceptibles protuberancias de ramas y suelo.
Después, para el que esperaba desde hace tiempo, pero también para el
distraído, el verdor explota jubiloso, asomándose desde la tierra o desde troncos y gajos. Ya no se frena, invade, cubre, se expande,
alcanza alturas y anchuras inimaginables, y dura, como si fuera eterno. Su
vigor asegura nuevas hebras de pasto, brotes que rompen los surcos, trémulas
flores, promesa de frutos y semillas. Golpea
a los viejos troncos añosos, para que despierten en un nuevo ciclo; intenta con
cada planta su estrategia sigilosa, más de las veces con éxito. Algunas otras,
en cambio, lo seco ganó la batalla; pero secretamente la tierra se cebó de
tanta fibra deshecha por la humedad, que al final el verdor triunfa alrededor
de lo muerto, y es una fiesta de brotes nuevos, tiernamente verdes. Igual que
el verdor, también el amor despierta, promete, se oculta, renace, renueva.
María Paola Delbosco
Gracias Paola. Es muy esperanzador tu texto. Y te imagino a vos relatándolo con un movimiento de manos que acompaña ese impulso vital.
ResponderEliminarMe hiciste pensar que la naturaleza toda es una metáfora de la Pascua. O la Pascua la ley secreta de la vida.
Me encantan esas transposiciones que hacés Paola. Como dice Marisa muy esperanzadora, y tan humana! Cuando lo leía enseguida pensaba en la estepa patagónica, que me encanta y tiene algo de fascinante, pero cómo uno se siente al tiempo de no ver el verde... Y después cuando uno vuelve a la zona de los Lagos todo cambia y nos hidrata. También me acordé de esa película que no veo hace añares "El rayo verde"!
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