Jackson Pollock (Ilus, Blog)
http://the-inner-art.blogspot.com.ar/2011/11/el-genio-de-jackson-pollock.html
Vida,
¿Eres una
efímera contemplación
del
Universo, para luego no ser?
Escúchame,
no me
hagas sumergir en la desidia,
vencido
ante la certeza de una
incertidumbre
eterna.
No te
quiero indescifrable
Quiero
que me lleves por tus
laberintos,
hasta conocerte
Tal como
eres
Tal vez
funesta,
O
maravillosa
Tal vez
ridícula
Te reto
con mis miedos, mis fracasos y
mis
odios.
Respóndeme
No
juegues con mi alma (si es que existe)
Te reto
mil veces más.
Contéstame
Me das
náuseas
Maldita,
eres una alegoría a mi orfandad
¿No te
das cuenta que estoy muriendo?
¿Te
divierte? No seas cruel
Vida,
Por
favor, sólo
dame amor
en mi derrota.
Oscar Gomez Salmerón
¡Muy bueno Oscar!
ResponderEliminarMe gustó esa especie de ping pong entre tus imperativos a la vida (escúchame, respóndeme,contéstame) y su silencio. Como si rebotaran contra una pared que se empeña en dar testimonio de la inmutable certeza de la incerteza.
Y la súplica final que se conforma con el amor como respuesta al enigma... Me encantó ese final. El amor excluye la derrota. ¿O es muy femenina mi mirada?
Gracias Marisa. Y sí, como dice tu magnífica apreciación, el amor excluye a la derrota. No lo opaca, ni lo disimula, simplemente lo calla. Imagino un día universal del amor,en que todas nuestras acciones excluyan venganzas, odios, rencores, de tal manera que el diccionario se achique a la mitad ¡imposible de creer!. Una utopía, salvo para aquel bandoneonista de tangos que solía encontrar de joven en el tren, y que, al pasar la gorra exclamaba: ¡Sólo el amor salvará al mundo!. Y tu mirada es romántica e idealista, no sólo femenina. .
ResponderEliminarComo yo ya me creo la memoria de este blog (Marisa es su alma y cuerpo) me parece recordar que la respuesta a tantas preguntas, Oscar, está en esa poesía de Marisa que termina con algo así como "¿y yo que tengo, vida, para ofrecerte?". Pero como mi creencia no tiene asidero real no me acuerdo ni la palabra ni la letra. Marisa te podrá orientar.
ResponderEliminarCon respecto a la agonía final, me da la sensación que no es tanto que viene el silencio, sino que uno tiene (me imagino) que cambiar las percepciones para captar objetos nuevos. Debe ser como la experiencia suprema de "lo otro" "lo nunca visto" y ya no nos sirven las categorías anteriores. Y tal vez sea la dimensión del amor la única que permanece, ojalá ¿no?
Angeles, creo que la incerteza de nuestro final, como dice Marisa, sólo puede ser obviado ante una certeza más fuerte: la del amor como finalidad de la vida.Y como dices, tal vez sea la única dimensión que acompañe al alma y nos redima.
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