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Guillo, creo que necesitamos un tiempo.
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¿“Un” tiempo? ¿Cómo? ¿Cuál? ¿Qué
tiempo?
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Bueno, no “un” tiempo… Tiempo, Guillermo, tiempo.
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¿Así en general? ¿Tiempo?
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¡Sí, tiempo!
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No entiendo…
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Que necesitamos tiempo…
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No sé, yo no necesito tiempo.
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Bueno, Guillermo, yo sí necesito tiempo.
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Ahí lo tenés; qué sé yo; el tiempo está ahí, siempre; agarralo, no sé… Te juro
que no te entiendo… ¿cómo que lo “necesitás”? Vos sabés que Bergson decía que
el tiempo…
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Dale, Guillermo, no jodas, vos me entendés.
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La verdad que no.
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Eso, necesito un tiempo.
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¿Qué tiempo? ¿Tiempo de qué? ¿Para qué?
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Para estar sola, Guillo, necesito mi espacio. Es que a veces sos muy pesado y…
-
Ahhhhhh entonces era espacio, no era
tiempo lo tuyo…
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¡Es lo mismo, Guillermo!
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AHHHHH NO, ¡esa sí que no te la dejo pasar! ¡¿Cómo que son lo mismo tiempo y
espacio?! Vos sabés que Bergson decía que el espacio…
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¡Basta, Guillermo, basta de filosofía! ¡Te estoy hablando en serio!
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Sí, yo también… Decía que el problema con el tiempo era que lo entendíamos como
al espacio y…
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¿Me escuchaste?
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Sí, por eso te estoy respondiendo…
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¿Podés dejar la filosofía un segundo y prestarme atención?
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No, no sé, posta… Soy así, qué sé yo, es mi vocación.
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Bueno, no importa. ¿Estás siguiéndome?
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Sí, estabas diciendo que el espacio era lo mismo que el tiempo. Y ahí yo te
dije que Bergson decía que los problemas con el tiempo surgían de que…
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No, Guillermo, te estoy diciendo que necesito un tiempo.
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Sí, bueno, ya sé, te escuché. Pero si no sabemos lo que es “un tiempo”…
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Bueno, ya fue, necesito un espacio. Ahí está: necesito un espacio.
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Bueno, pero no es lo mismo, ehhh. ¿Me dejás decirte una cosita nada más?
-
Dale…
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¿Te acordás en Filosofía Moderna? ¿Locke?
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Sí, pero qué tiene que ver.
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Me acuerdo que en un momento decía que la mayoría de los problemas se
resolverían si nos pusiéramos de acuerdo en el significado de las palabras.
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¿Y entonces?
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Que nadie nunca supo definir el tiempo. Y que acá nosotros tenemos un problema.
Y que vos no sabés decirme qué necesitás.
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Bueno, yo…
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Para Bergson, el tiempo es duración, es el ser de las cosas en su continuo
fluir. ¡Es la realidad! ¿Cómo vas a necesitar la realidad? Si está siempre ahí…
quizá es un problema tuyo de no poder verla bien, viste…
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…
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Y el tiempo, para nosotros las personas, es la vida. ¿Para qué necesitás
tiempo? ¿Para qué necesitás la vida, tu vida?
-
...
-
… ¿y?
-
No, no, no sé…- ¿Sabés lo que es el espacio? Es como nuestro lugar de acción, es lo que se nos concede de materia para que obremos -digamos. ¿Vos para qué necesitás espacio? ¿Qué querés hacer con ese espacio?
- … No sé…
- En el fondo es la gran pregunta filosófica, ¿no?… “¿quién soy?”… ¿Quién sos vos? ¿Sabés?
-
No, no sé…
-
¿No sabés nada, entonces? Socrático lo tuyo…
-
No te rías.
-
Vos también te estás riendo.
- Sí, no sé por qué… No es gracioso.
-
Qué sé yo, para mí sí. En el fondo es el misterio del universo… la Gran Joda Cósmica.
Que es graciosa, claro, y misteriosa, ¿no? Porque mucho no se entiende…
-
Y sí, no se puede saber todo…
-
¡Y claro! Encima vos vas y te metés con el tema del tiempo. Posta, nadie nunca
pudo definirlo del todo bien. Yo pruebo con Bergson, viste…
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Sí, se nota.
-
¿Pero sabés cuál es tu problema? Tu problema es que hablás cuando no sabés. Y
está bien, qué sé yo, no se puede saber todo en la vida. Simplemente se la
vive, se va viendo. Pero en cuanto te la creés, ¡pff!, empezás a mandarte
cagadas. Es como creer que no necesitás nada…
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¿Y entonces se puede necesitar?
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Sí, pero no el tiempo.
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¿Y vos entonces qué es lo que necesitás?
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… y… yo…
-
¿Qué necesitás? ¿eh?
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…
-
…
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… y … alguien que me ame.
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…
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…
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…
-
…
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… yo no puedo darte eso, Guillo.
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Sí… ya sé…
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…
-
… pero no tiene nada que ver con el tiempo.
Guillermo Barber Soler
Me reí mucho! me hizo acordar a una obrita de teatro que se llama Quién yo? de Dalmiro Sáenz, que si mal no recuerdo el protagonista tiene la costumbre de preguntar y repreguntar todo mareando a los demàs, y al final mareándose a sí mismo, como tu personaje.
ResponderEliminarMuy divertido guillo! Y en medio de lo divertido estan los vaivenes de las necesidades y anhelos tan humanos cuando descubrimos en medio de significados,filosofando o divagando que los sentimientos no coinciden.
ResponderEliminarGracias
Una genialidad Guillo!
ResponderEliminarPodría ser el guión de alguna película de Woody Allen, me lo imagino caminando y discutiendo sobre el tema.
Aunque el final es poco cómico.
Abrazo Guillo!
Nos vemos.
Manu.
Magnífico!! (Ovación de pié) Oh filósofo! Tú que llenas de pánico a las mujeres! Eres como la Suma que cae sobre la cabeza de los hombres que la encuentran! Nadie te comprende! Algún día entenderás que muchos huyen de quién les hace darse cuenta de la verdad!
ResponderEliminar1 abrazo fraterno mi compañero de destino!
¡Grande, Guillo!
ResponderEliminarMe parece un acto valiente de exponerte de esa manera. Te lo dije cuando lo leí la primera vez. Pero creo que eso es la licencia que te da la literatura.
Muy buena la reflexión que no es del tiempo...
¡¡Excelente, Guillermo!! Merece la ovación de Santiago, a la que me sumo.
ResponderEliminarMe encantó Guillo! Muy divertido y a la vez tan real...cuántas veces pedimos cosas sin saber qué es lo que realmente queremos...relaciones humanas, tan complicadas! Es difícil ponerse de acuerdo en el significado de las palabras, a veces para uno tienen un significado tan grande y para otro son solo palabras...complicado...
ResponderEliminarGracias por compartirlo!
Beso!
¡Muy buen diálogo! ¡Qué capacidad de marear a tu Dulcinea! "Un mago, un hechicero, un sofista" como decía Platón de Eros.
ResponderEliminarPero no existe ningún discurso que tenga como consecuencia la respuesta del amor... ¿no? Sí quizás de esa verdad que querías oír y que se escondía con el disfraz del tiempo y "lo que no tiene es remedio".
Te imagino en ese ping-pong sonriendo y frunciendo tu nariz y a ella acorralada en la otra esquina del ringside.
Muy buen desenmascaramiento de una de las frases hechas más quemadas pero recurrentes de nuestra sociedad.
ResponderEliminar¡Es verdad! junto a esa otra "no te merezco", o "no sos vos, soy yo"
EliminarClap clap clap.
ResponderEliminarDe pie.
Clap clap clap clap!
BUENÍSIMO.
¡Muy buen texto! Me sumo a la ovación, ya casi multitudinaria. De todos modos bastante jodido tu personaje, se nota al final, si ya sabía lo que ella le quería decir, ¿qué necesidad de bicicletearla así?
ResponderEliminarY... Mery, en primer lugar, es la mayéutica dialéctica. Ambos van descubriéndo(se) a través del diálogo, tanto ella que no termina de saber lo que quiere como él que necesita aclarar (y aclarar es también explicitar) lo que está pasando. No creo que vos seas de esas personas que no quieren las cosas claras, o que no se preocupan por decir las cosas bien, jajaja. Me parece, ¿no?
EliminarEh... ¿Puedo no responder?
EliminarLo y lo leo y vuelvo a reírme.
ResponderEliminarAhora, que pesada la mina queriendo dejar de lado la filosofía no?
¡Wow! ¡Gracias a todos por la buena respuesta! La verdad es que me divertí y me jugué todo escribiéndolo... Como dice Stephen Bailey, "tenemos que desontologizar el mal comiquizándolo". Voy a ver si le apuesto más seguido a este género teatresco que nunca exploro demasiado. ¡Gracias de nuevo! Abrazo.
ResponderEliminarExcelente! Tiene vida!!! Tiene gracia!!!! Clap, clap, clap, yo también y con sonrisa, gran sonrisa.
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