Miradas (Mercedes Rosan)
¿Cuánto peso tienen
sobre nosotros las miradas no es así? Hace tiempo que presto particular
atención a este fenómeno. Muchas veces pretendemos ser indiferentes a ellas
pero sin embargo ya con ese intento estamos siendo afectadas por ellas. Muchos
dicen que los ojos (y la mirada) son el espejo del alma, yo solo creo que son
una puertita que nos invita a pasar (o en algunos casos a alejarnos) o un mensaje
que el emisario nos transmite espontáneamente. Algo así como una paloma
mensajera. Lo increíble es que por mucho que intentemos esconder lo que nos
pasa o afecta o pensamos esta “delatora” revela lo que hay en nosotros. Cuántas
veces nos ha acercado a otros que nos interpretaban perfectamente y respondian
a nuestro sutil mensaje.
Estoy prestando atención
a esto, no estoy diciendo que sea una disertación erudita sobre ella. Pero me gustaría
relatar cosas que veo y que percibo en ellas.
¡Hay tanta variedad de
miradas! Las hay dulces que pueden llenarnos el corazón y darnos la valentía
para realizar muchas cosas aun inimaginadas por nosotros.
Las hay de aprobación
que nos dan una paz y una confianza para estar en el camino.
Las de hay de alegria
con ese brillo particular que se difunde a todos los que llegan.
Las hay de desconsuelo
que nos hacen conmover hasta el extremo.
Las hay de complicidad
que invitan a acompañar al otro.
Las de hay de vacio
que nos inquietan pero interpelan a buscar algo más allá.
Las hay que solo
buscan una compañera para sentirse recibidas.
Las hay de enojo
frente a algo que no salió como esperábamos.
Las hay de frustración
cuando los deseos chocan con la realidad.
Las hay de amor cuando
eso que tanto anhelamos poseer está brillando.
Las hay de
incertidumbre y cuestionamiento y ahí es cuando se dan las mejores reflexiones,
estamos perplejos y queremos entender.
Las hay intensas al
estar por descubrir esa gran idea que tanto buscábamos.
Hay tantas
miradas….¿nos detenemos a pensarlas? ¿A sentirlas?
El poder de la mirada
es tan grande cuanto dejemos que nos penetre. Y nuestra respuesta solo puede
ser; nuestra y única.
Mercedes Rosan
¡Gracias por tu inventario de miradas!
ResponderEliminarLa tuya Mechi, sin duda corresponde a "Las de hay de alegría con ese brillo particular que se difunde a todos los que llegan."
¡Bienvenida al Blog! Tu mirada nos honra.
Borré sin querer varios comentarios.
Tenías un comentario de Claudio Marenghi, sobre la importancia de tomar conciencia en el poder de nuestras miradas.
¡Perdón hice lio!
Muy lindo, también es un fenómeno que me obsesiona. Creo que la mirada humana va más allá de lo sensorial y transmite fenomenológicamente su espiritualidad, en los ojos de ningún animal hallamos esa intencionalidad que encontramos en los ojos de otra persona cuando nos mira. Tal vez se podría plantear esa pregunta de un estribillo un tanto pasado de moda: "¿Qué ves? ¿qué ves cuando me ves?"
ResponderEliminarUna filósofa que estuve leyendo en estos días en un artículo repetía una y otra vez "La mirada de los otros. Conquistar esa mirada." Sin los otros, no somos nada: necesitamos su mirada para justificar nuestra existencia.
Muy bueno.