http://velhada.typepad.com/a_msica_no_envelhece/2009/02/
Hay que ser de piedra para no conmoverse ante la niñez. Quizás la fortaleza de la niñez esté en su propia debilidad. No obstante, los niños me asustan a veces. Aparte el Niño que nos llena de lluvias, algunos papás de hoy se dice que protegen demasiado a sus vástagos. Por eso no me suelo acercar a bebés ni a chicos muy chicos: tengo miedo de que me reten por pasarles pestes que a nosotros, los de la tercera edad, nada nos hacen y los enferman a ellos.
Pero en
general un niño nos alegra. Quizás por eso un jugador de fútbol es El Niño
Torres; y a un cantante español –en realidad es andaluz– lo llaman El Niño,
aunque me lleve varios cuerpos en la carrera de la edad.
Y Jesús dijo que teníamos que ser como niños. Nunca más que
ahora, en mi vejez, medité sobre ese pensamiento.
Raúl Lavalle
Qué sincero eso de "que los niños me asustan a veces"! Sí... hay algo de amenaza en tanta debilidad. El otro día le cuidé el hijito a una amiga y recién cuando lo devolví "sano y salvo" me volvió el alma al cuerpo. Con respecto al final me hizo acordar a esa poesía que creo es de Unamuno:
ResponderEliminar"Agranda la puerta Padre
que no puedo pasar
la haz hecho para los niños
yo he crecido a mi pesar"
Saludos!
¡Raphael! "Yo soy aquel". Me hiciste despertar recuerdos enterradísimos en mi inconsciente Raúl.
ResponderEliminarMamá nos obligaba a ir a dormir por turnos a mi y a mi hermana todos los día a la casa de mi abuela. Un día mi hermana y un día yo. y mi abuela para despertarme a la mañana ponía a todo volumen en el "wincofon" a Raphael o a Sandro. Por eso en realidad no me cae nada simpático ese "Niño" Jajaja
Yo también tengo a menudo presente ese consejo evangelio me ayuda mucho a redimensionar situaciones y expectativas.