Amadeo Modigliani, Mujer Gitana con bebé, 1919
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Muchachos, este el caso que tienen que
analizar: en pocas palabras es una nena de 15 años que está en su sexto mes de
embarazo y quiere hacerse un aborto. El embarazo es consecuencia de una serie
repetida de violaciones por parte del padre. Averigüen si puede realizarse el
aborto o no según nuestra ley. Dijo aquél profesor de Derecho Penal
mientras concluía su clase. Aquellos alumnos de derecho se llevaron el trabajo
a sus casas como si fuera cualquier trabajo más, y esa tarde comenzaron a
analizarlo.
Después
de poner sus cosas sobre la mesa, y de la charla sobre mujeres que duró media
hora, comenzaron a analizar el caso. Uno dijo: - La mina se puede hacer el aborto tranquilamente, entra en un caso de
aborto no punible. Mirá lo que dice el inciso b del artículo 86: “si el
embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una
mujer idiota o demente”. Ahí ta, fue una violación, se puede hacer un aborto. Otro
alegó: Pero habla sobre la violación a la
chica “idiota o demente”, no sobre cualquier violación, no viste que habla de
esto “o” lo otro, sin ninguna coma.
¡No locura!, respondió
otro, desde el fallo de la Corte se
interpreta que son dos casos distintos: una violación por un lado, y el acto de
pudor por otro. Cualquier chica violada se puede hacer el aborto presentando
una declaración de que fue violada y leeesto.
Pará, pará
Cristian, todo bien, pero la Corte no puede interpretar una ley para un caso
particular y que esa interpretación sea ley para todos, eso le corresponde al
Poder Legislativo, la Corte interpreta un caso particular. Además, cómo embarazas a
una chica con un “atentado al pudor”. O sea, pobre mina, imaginate que para embarazarse
por violación seguramente que tiene que ser recurrente esa violación. Si vos le
hacés el aborto así como si nada, va a volver a su casa y el tipo la va a
seguir violando.
Sobresaltado,
como si hubiera encontrado la solución al asunto, habló Juan: Igual, nos hacemos mucho problema por el
inciso 2º pero mirá el 1º: “si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para
la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros
medios”. Ya está: la mina se puede hacer el aborto porque peligra su salud,
imaginate el marote que debe tener en la cabeza esa chica esperando un hijo que
es a la vez su hermanastro. ¿Qué es la salud? Se puede hablar de salud psíquica
por ejemplo.
El
integrante del grupo que aún no había hablado y que había estado con una mirada
penetrante todo este tiempo escuchando a sus compañeros, por fin se animó a
decir: ¿Qué estamos discutiendo? Acaso
una ley escrita cambia el hecho de que un aborto pueda o no realizarse. Hay una
vida en juego, ni siquiera una, dos. Hay una ley más poderosa que la escrita, y
que está antes; y que no cambia según la conveniencia o la época. Hay que
cuidar a la madre violada y hay que cuidar al pequeño que también está vivo en
el seno materno. Hablamos de palabras, de sutilezas, de leyes: pero hay algo
que se nos impone antes que esto: la realidad y la dignidad de la persona. Después
de decir esto se fue de allí. Parece que aquél alumno de derecho dejó la
carrera y comenzó a estudiar Filosofía, para comprender la ley que está más
allá de un código, la ley de la moral.
Nicolás Balero Reche
Nico, me gustó mucho! Tiene toda la pinta de un diálogo socrático, si Platón viviera nuestros problemas.
ResponderEliminarEstas cosas me hacen pensar en la mecanicidad de las leyes en general y las "soluciones" que plantean. Las interpretaciones o los planteos de los problemas suelen darse dentro del sistema, como si no existiera nada fuera de él.
Muy bueno Nicolas. Y si, puede ser un dialogo socrático pero es un diálogo tambien muy en boga actualmente y lamentablemente mucha gente se olvida, aveces sin darse cuenta y otras por eleccion, de lo primordial, la realidad de una VIDA, una PERSONA no nacida que tiene la misma dignidad que su madre, ambas merecen y necesitan el mismo cuidado, contencion y apoyo. Porque las leyes las hacen los hombres y los hombres se equivocan,la ley anterior,la ley moral, no.
ResponderEliminarA mí también me hizo acordar a Platón en su búsqueda de las definiciones que trepan de lo contingente a lo necesario. Pero como Marcela, pienso que hay un ingrediente más que es la preocupación por el bien de los seres concretos. Toda esa situación que planteas, Nico, es muy dolorosa y la ley en este caso parecería servir de excusa para que toda la comunidad se lave las manos y conserve una cierta "tranquilidad de conciencia", hecha de cartón e indiferencia.
ResponderEliminarQué buen instinto tuvo ese alumno de irse a Filosofía! Hizo lo que se dijo a raíz del laberinto de Ignacio. En lugar de enredarse en discusiones sin salida, logró escaparse de ese sin sentido de argumentos buscando la mirada desde arriba.
ResponderEliminarAhora estoy trabajando en política y este tema fue moneda corriente, y me sorprendía escuchar cómo discutían con fervor detalles "legales" cuando lo importante de fondo era más allá de lo legal. Y también está mezclado con mi decisión de dejar la carrera de Derecho para empezar Filosofía, intentando encontrar (ya que nombraron los diálogos socráticos) esas ideas eternas de las que participamos.
ResponderEliminarGracias por los comentarios!
Nico
¡Esperemos que ese chico que dejó Derecho para seguir Filosofía vuelva a Derecho para llevar esas ideas y leyes!
ResponderEliminarEs interesante que los que tienen derecho a cambiar la ley en nuestro país son los que estudiaron las leyes anteriores. O sea, ¿de dónde les sale el contenido para cambiar la ley, si lo único que aprendieron fueron las mismas leyes?
Me hace acordar al texto de Lógica Matemática de Fede, pareciera ser una vez más el tema de la forma por sobre la materia, ¿no?
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