¡Qué fuerte, Claudio! No sé si seguirás con esa actitud en la actualidad, pero tu poema tiene esa agresividad virulenta que te da justo en la llaga. Después de leerte, pienso: "Es una posibilidad, ¿no?"
Parafraseando a Greil Marcus, no hay manera de escapar al propio destino a excepción de la locura o el suicidio. Yo creo que la locura es una especie de suicidio. Un proyecto a la larga, carente de sujeto. Y sí... es una posibilidad. Freud lo dijo, ¿no? La muerte es un modo muy eficaz de acabar con los conflictos de la vida.
¡Gracias Claudio! Es como si hubieras tirado la toalla y dejado atrás el "falso consuelo" con que empezó tu yapa a la O. Las radicalidad de la alternativa aparece con claridad
Gracias por el comentario Marisa! Es un poco una humorada ante las presiones que a menudo nos pinchan desde afuera o desde nuestro propio super yo, como bien lo vio Angeles en su comentario, aunque mucha gente fue a parar a un estado real de locura por situaciones muy puntuales. Yo creo que la locura es un lugar al que se va a parar involuntariamente, creo que no se puede proyectar la propia locura y que el loco en serio no sabe que está loco. Es solo un juego literario para un taller literario.
A mí el "volverme loco" con signos de admiración me hizo reir, lo tomé con humor. Como el finalmente liberarse de tanta directriz. Es como cuando uno escucha a esa gente que le encanta planificarnos la vida y uno finalmente dice "¿de mí estás hablando?".
El corto texto me dejó perplejo por la manera tan concisa de plantear el dilema de toda criatura de Dios: que de no querer servirle, cumpliendo con la misión por Él encomendada, pretendemos acallar nuestra conciencia y, como ello no es posible, intentamos hacernos inconscientes, apelando (voluntariamente) a la locura - que nos hace inimputables, ¿no? - El permanente drama del ser humano - pecador: la oscilación pendular entre los extremos de la lealtad al Creador - y vida en armonía y - de la rebelión (pecado) al Mismo, sumiéndose en la desesperación, que puede terminar en enloquecimiento. Es de la naturaleza humana...
Estanislao, es muy profunda tu interpretación del texto, fuiste mucho más lejos que yo. En momentos de desesperación uno puede apelar a Dios o darle la espalda y voluntariamente enloquecer. Gracias por el comentario!
Yo lo entiendo como un un lindo juego de humor. La locura es una cosa terriblemente compleja, que por supuesto también se puede tratar con humor. Me pareció muy bueno. Detalle: no creo en el destino, salvo los destinos marcados en el ADN.Te felicito! Jorge Marticorena
¡Qué fuerte, Claudio! No sé si seguirás con esa actitud en la actualidad, pero tu poema tiene esa agresividad virulenta que te da justo en la llaga. Después de leerte, pienso: "Es una posibilidad, ¿no?"
ResponderEliminarNo lo tomes en serio Mak, la mayoría de las cosas que puse acá son "prácticas literarias"... Abrazo!
EliminarParafraseando a Greil Marcus, no hay manera de escapar al propio destino a excepción de la locura o el suicidio.
ResponderEliminarYo creo que la locura es una especie de suicidio. Un proyecto a la larga, carente de sujeto.
Y sí... es una posibilidad. Freud lo dijo, ¿no? La muerte es un modo muy eficaz de acabar con los conflictos de la vida.
¡Gracias Claudio! Es como si hubieras tirado la toalla y dejado atrás el "falso consuelo" con que empezó tu yapa a la O.
Las radicalidad de la alternativa aparece con claridad
Gracias por el comentario Marisa! Es un poco una humorada ante las presiones que a menudo nos pinchan desde afuera o desde nuestro propio super yo, como bien lo vio Angeles en su comentario, aunque mucha gente fue a parar a un estado real de locura por situaciones muy puntuales. Yo creo que la locura es un lugar al que se va a parar involuntariamente, creo que no se puede proyectar la propia locura y que el loco en serio no sabe que está loco. Es solo un juego literario para un taller literario.
EliminarA mí el "volverme loco" con signos de admiración me hizo reir, lo tomé con humor. Como el finalmente liberarse de tanta directriz. Es como cuando uno escucha a esa gente que le encanta planificarnos la vida y uno finalmente dice "¿de mí estás hablando?".
ResponderEliminar¡Me encantó tu lectura! Pone un poco de humor a tanta seriedad jaja
EliminarTotalmente Angeles, ese es el sentido que quise ponerle a estas líneas! Diste en la tecla!
EliminarEl corto texto me dejó perplejo por la manera tan concisa de plantear el dilema de toda criatura de Dios: que de no querer servirle, cumpliendo con la misión por Él encomendada, pretendemos acallar nuestra conciencia y, como ello no es posible, intentamos hacernos inconscientes, apelando (voluntariamente) a la locura - que nos hace inimputables, ¿no? - El permanente drama del ser humano - pecador: la oscilación pendular entre los extremos de la lealtad al Creador - y vida en armonía y - de la rebelión (pecado) al Mismo, sumiéndose en la desesperación, que puede terminar en enloquecimiento. Es de la naturaleza humana...
ResponderEliminarEstanislao, es muy profunda tu interpretación del texto, fuiste mucho más lejos que yo. En momentos de desesperación uno puede apelar a Dios o darle la espalda y voluntariamente enloquecer. Gracias por el comentario!
EliminarEXQUISITO.
ResponderEliminarDE UN LOCO
MAX
TU AMIGO
Gracias amiguito!
ResponderEliminarYo lo entiendo como un un lindo juego de humor. La locura es una cosa terriblemente compleja, que por supuesto también se puede tratar con humor. Me pareció muy bueno. Detalle: no creo en el destino, salvo los destinos marcados en el ADN.Te felicito!
ResponderEliminarJorge Marticorena
Por "destino" me referia a la condicion de ser hombres, Jorge.
EliminarMarisa