Perdido en lodosos caminos
he manchado mis pies.
Una vez, y otra vez…
He perdido Tu rostro,
huyendo hacia un mundo al revés,
en la densa neblina de la noche.
¿Me harás despertar una vez más
en tu Amor sin reproches,
después de tantas sucesivas
muertes?
¿Veré, desde mi timidez distante,
que tu iluminado semblante
transforma con dolor mi suerte,
con el amanecer del ave cantante?
Creo que me nombras…
¿Quién dejará atrás las sombras
si no la Luz que está delante?
Martín Susnik
"¿Me harás despertar una vez más en tu Amor sin reproches, después de tantas sucesivas muertes?" Martín, estoy convencido de que sí, pues, se me hace que, por lo menos en lo referente a mi, la vida es como una oscilación pendular permanente entre esas muertes de pecado y los despertares en la gracia de Dios, luego de cada pedido de perdón dirigido a Él. Abrigo la esperanza, puesta en Él, que mi última oscilación coincida con el despertar.
ResponderEliminarGracias Stane, por la esperanza!!
ResponderEliminar¡Qué lindo Martín! ¡Y qué lindo el comentario de Estanisalo!
ResponderEliminarCreo que el Padre se debe llenar de ternura con un poema así.
El Amor responde al amor en este caso. Debés haber encendido en una sonrisa en la Luz.