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Era
un día de Enero, azul e insospechadamente fresco. Volvíamos en auto por la ruta
que une el "Manzano Histórico" con el pueblo de Tupungato. Habíamos
recorrido varios kilómetros por un camino de ripio que se adentra en la
cordillera y va subiendo casi hasta la frontera con Chile. Un camino de una
belleza callada, arisca y seca. Curvas y contra curvas cada vez más altas con
vistas cada vez más majestuosas de los Andes mendocinos.
Así
que volvíamos, como les contaba, con los ojos y el alma llenos. Colmados por la
imponencia de esos paisajes. Donde sentíamos vacío, a esa hora, era en la
panza. Por suerte, unos metros más adelante, a mano derecha apareció un cartel
en la puerta de una casita pobre: "PAN CASERO SE VENDE". Frenamos al
costado de la ruta. Me bajé y aplaudí un par de veces. Por la ventana, apareció
una viejita arrugada y sonriente que me ofreció pan recién sacado del horno. O
tortitas. Me decidí por el pan, que se veía dorado y estaba tan caliente que
quemaba. Ya en el auto, los chicos se desesperaban por probarlo y lo partimos
en medio de un griterío ansioso. Un instante después reinaba un silencio de
misa....cada uno saboreaba su parte. Solo se oía el ronroneo del motor y las
cubiertas deslizándose por el asfalto. Fue entonces que Panchi , mi hija mayor,
que ese verano no tenía más que 6 o 7 años, soltó una frase que podríamos
calificar de teológica, metafísica, o poética. No sé decir. Lo cierto es que
expresaba algo muy sencillo y profundo, casi una
epifanía:"Mmmmhh...." dijo, con la boca blanca de harina y
entrecerrando los ojos, "¡Este Pan tiene gusto a todo el Universo!"
Paola Ambrosini
¡Qué amorosa Panchi! ¡Y qué bien lo contás Pao!
ResponderEliminarMe encantó eso de la "boca blanca de harina" y cómo describis ese paisaje cordillerano que te es tan querido.
Los chicos son capaces de esas intuiciones geniales a veces. ¿Será porque no tienen tanto filtro en su percepción?
Una vez Franco, el mayor, cuando lo estaba retando (no me acuerdo por qué motivo), me dijo "Mamá, si vos no me querés yo no existo"
Hay mucha metafísica en las palabras de Panchi y en las manos y el corazón de la viejita que te vendió el pan.
ResponderEliminarEs increíble cómo cuando disfrutás de buena comida, buenos paisajes y buena espiritualidad, uno toca el universo con todos sus sentidos y sus potencias.
Gracias!
¡6 ó 7 años! ¡Es una frase asombrosa! ¿Tenés una justificación para esa frase? ¿Era una frase de una canción, hablaron mucho del "Universo" en las vacaciones, tu hija es una niña índiga (jaa), el pan era mágico, no sé?
ResponderEliminar¡Inspirador, Paola!