Andy
Godlsworthy
¡¡Mil perdones por llegar tarde!!
No te preocupes…
Es que me atajaron en el colegio y una vez más la pasión me
metió en problemas…
¡Ahora me contás! Pero ya te pedí el café. Decaf, con leche
y sin azúcar, ¿no?
¡¡Perfecto!! Sos una genia… bueno, te cuento... ésta bendita
pasión mía siempre me mete en problemas y ahora fue en el colegio…
¿Qué pasó?
Me ofrecieron la conducción del programa de arte del colegio…
es un proyecto alucinante, casi un trabajo part
time pero sin cobrar sueldo, donde
tendría que seleccionar la producción para los chicos de todo el colegio,
entrenar a los voluntarios que dan las clases, mantener las comunicaciones con
los otros colegios y el Distrito Escolar, supervisar que cada clase tenga su
lección de arte y después a fin de año organizar la exposición… aceitera, aceitera… Tuve el coraje de decir que no puedo… pero ¡¡cómo me costó!! Llevo
sin dormir las últimas dos noches.
Y por qué dijiste que
¿no?
Porque no me da el tiempo. Entre los chicos, el trabajo, la
casa y un café con vos de vez en cuando ya se me acaban las 24 horas del día y
los 7 días de la semana. Realmente no puedo. Pero el programa es alucinante.
Les pregunté por qué me ofrecían a mí el puesto y me dijeron: “¡Porque sos
apasionada!” ¡¡ Nada más ni nada menos!! Esta bendita pasión siempre me mete en
problemas. ¿Sabés? Cuando era
adolescente, estaba metida en un baile que no me gustaba. Realmente no quería
estar ahí. Me metí al principio porque pensé que era mi deber y quería agradar
a los adultos de mi entorno… mis padres, abuelos, amigos de ellos… Pero nunca
estuve contenta con el tema, pero no sabía cómo salirme. Quería que mis padres
se dieran cuenta de que yo no estaba contenta y me ayudaran, pero esta bendita
pasión mía por la vida lo hacía bien difícil.
No entiendo…
A ver… ¿Cómo te das cuenta de que alguien no está contenta?
Porque tiene cara larga, va desanimada por la vida, etc. Pero si tenés una
adolescente entusiasmada por las mil cosas buenas que ocurren a su alrededor, ¿cómo
te vas a dar cuenta de que no está contenta? Esa era yo… en todas partes hay
cosas lindas y buenas para disfrutar, y mi ánimo va hacia ellas con una fuerza
irrefrenable. ¡¡¡No lo puedo evitar, disfruto de la vida!!! Aún en
circunstancias adversas. Pero en ese momento me estaba ahogando y no sabía cómo
salirme del baile en el que estaba… me llevó mucho tiempo poder hacerlo… y todo por la bendita pasión. Es como ir en un
kayak por un río de montaña con rápidos y saltos de agua, rocas y algunos
remansos de vez en cuando. Con los años he aprendido a manejar este kayak y a
mantenerme a flote sin tragar agua de a litros como me pasaba de adolescente.
Ahora, con un poco de cintura y mucho brazo (para los remos, ¿viste?) puedo
evitar chocar con algunas rocas y no darme de narices. Por ejemplo, ¡hoy pude
decirles que no a las del colegio!
Sin exagerar, ¿no?
No, en serio… Me cuesta tanto decir que no a las propuestas…
y no porque la gente me intimide, sino ¡porque me ilusiona lo que me ofrecen! Pero
mi capacidad en el kayak tiene un límite y no se estira como chicle a fuerza de
ilusión y entusiasmo.
Y ahora, en tu vida, ¿te sentís ahogada? Pregunto… como
amiga…
No… en medio de un remanso, tiempo atrás encontré a otro
kayakista y con él, y gracias a él, he aprendido a navegar este río impetuoso.
Juntos “peinamos espumas” y compartimos la adrenalina de las caídas libres y
también disfrutamos de las pocas aguas calmas que aparecen cada tanto en este
río… El me apoya y me sostiene, y eso me ayuda a mantenerme a flote y no
reventarme contra la primera roca que se me cruza… jajajaja
¡¡Ah, bueh!! Che, ¿qué es ese libro que tenés ahí medio
escondidito?
“Wall” de Andy Goldsworthy... es uno de los escultores que
les vamos a enseñar a los chicos… ¡¡¡No sabés lo que es este tipo!!! Hace
esculturas con elementos de la naturaleza y las deja ahí para que sigan su
curso. Eso sí, antes les saca una foto. Por ej, se levanta antes del amanecer,
corta pedazos de hielo que encuentra en el bosque o entre las rocas y ¡¡los
pega con su aliento hasta formar una esfera de pinches!! La deja en el piso y
cuando sale el sol y los rayos pasan a través de la pelota, le saca la foto.
Después la deja para que el sol la derrita… Otro trabajo, que me fascina, es
una línea amarilla de flores de diente de león, sobre las rocas grises de las
casas, veredas y calles de un pueblito de Escocia… ¡¡no sabés qué linda raya!!
O la pared de piedra que construyó (este es el libro, ¡mirá!) en un museo a las
afueras de New York (creo…todavía no leí bien la introducción) ¡¡Pero mirá las
fotos!! ¡Jamás pensé que una pared de piedra pudiera ser taaaaaaan linda! ¡Mirá
esta foto! El ángulo… ¿y esta roca en medio de la pared?
Jajajajaja… si te vieras mientras hablás… ahora entiendo por
qué querían que te hicieras cargo del programa de arte del colegio… ¡jajajaja..
sos imposible!
Qué le voy a hacer… mirá esta otra foto….
Lola Castaños
Qué bueno que encontraste a tu compañero de kayak, Lola! Tu historia se parece a esos libros que proponen "vive tu propia aventura".
ResponderEliminar¡Qué lindo que te apasiones tanto con el arte y con todo lo que pinte en la vida!
Y qué suerte poder tenerte un ratito por aca cerca, gracias al taller.
Le escuché decir en un reportaje a Santana, que no hay nada más contagioso que el entusiasmo. Ahora tengo ganas de conocer la obra de ese escultor...
Google images... o los libros que publica... tienen unas fotos increibles!!
ResponderEliminarGracias por invitarme Marisa... ahora, gracias a vos, voy por la vida pensando en letras... desde hace varios dias veo todo con P!! y pienso en posibles posts.. por que no publiqué algo sobre "posibilidades", "promesas", "problemas", "poder", "pedir", "pintar", "postrimerías", "primogénita", "primogénitos", "piñas" (de pino... cuando camino en el verano las voy juntando y tengo miles en casa!), "peso", "pelo", "posturas de yoga", "poemas", "padrinos", "perspectiva", "prisas", "pausas", "pensar... pensamientos", "pan en mi manos", "postres!!", "parientes", "presente"...
Pero bueno, ya empecé a pensar en Q... y espero con ansias los textos de los demás participantes porque los disfruto profusamente, profundamente...
jajaja, ¡Son incurable! ¡Andás en quinta por la vida! ¡No te puedo seguir! Ya te me adelantaste 100 km en un minuto
ResponderEliminarESTA PARTE ME GUSTO MUCHO, Y ME DIBUJO UNA SONRISA EN EL ROSTRO:
ResponderEliminarNo, en serio… Me cuesta tanto decir que no a las propuestas… y no porque la gente me intimide, sino ¡porque me ilusiona lo que me ofrecen! Pero mi capacidad en el kayak tiene un límite y no se estira como chicle a fuerza de ilusión y entusiasmo.
Y ahora, en tu vida, ¿te sentís ahogada? Pregunto… como amiga…
No… en medio de un remanso, tiempo atrás encontré a otro kayakista y con él, y gracias a él, he aprendido a navegar este río impetuoso. Juntos “peinamos espumas” y compartimos la adrenalina de las caídas libres y también disfrutamos de las pocas aguas calmas que aparecen cada tanto en este río… El me apoya y me sostiene, y eso me ayuda a mantenerme a flote y no reventarme contra la primera roca que se me cruza… jajajaja
Buenísimo. Para cualquier cosa hace falta algo de eso que llamás pasión. Y es independiente de que te paguen o no. Hay tanto burócrata próspero! Yo tengo un modelo que se llama Eladia o "Muñeca" y sirve café en mi oficina. La pasión con que busca mima a la gente, regar sus plantas o compartir un día un poco de una mermelada que le salió rica en casa deberían tenerla michos gerentes de ese piso. Marcelo Gobbi.
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