‘Pasemos a otro
tema’ dice una canción de Andrés Calamaro. Pienso en todos los saludos de Año
Nuevo y en que todo lo que pasa a partir del primero de Enero de repente
debería parecer nuevo, brillante, prometedor. Se me vienen a la cabeza frases
como ‘año nuevo, vida nueva’, ‘página en blanco’, ‘empecemos con el pie
derecho’, etc, etc, etc.
Y no sé bien qué significa pasar de año, si el
día anterior se continúa del anterior y todos no dejan de preceder al que los
sigue, y hay continuidad, no hay un corte. Quizás la repetición de la palabra
‘nuevo’ da esperanzas de hacer un corte ficticio, pensar que de repente los
problemas, las angustias, pueden empezar de cero, podemos tener otras nuevas.
Pero las del 31 de Diciembre no se quedaron allá, no hay un año viejo, no es
una caja de recuerdos ni una bóveda de seguridad. Y por suerte también hay que
seguir con los proyectos que ya empezamos o que pensamos, y nuestros deseos y
descubrimientos logrados no vuelven a cero. Qué difícil sería empezar de cero
todos los años, dejar de nuevo los mismos miedos, superar las mismas dificultades.
Disfrutar las mismas cosas sí estaría bueno, volver a querer a las personas que
lograste querer el año anterior y seguir queriendo a las que siempre quisiste.
A veces los
primeros días del año tienen ese tinte de irrealidad y aún desencantamiento.
Culpa de tantas ansias de novedad puestas sobre este año (que carga pesada
tiene el pobre) nos desilusionamos un poco cuando nos damos cuenta de que de
nuevo hay días tristes, ¡y sobre cosas del año pasado!, como si a la medianoche
del 31 hubiese obrado una magia secreta, un pasaje misterioso a Narnia, y
hubiéramos empezado el minuto 1 del primer día del año ilesos, a estrenar.
Por eso no
pasemos a otro tema, no pongamos la página en blanco. No sólo porque no se
puede sino porque es mejor seguir caminando sabiendo lo que está en la espalda,
y no sorprendernos cada dos por tres con las viejas cosas, buenas y malas, que
ya son nuestras.
Igual digo ahora
y vamos a seguir diciéndonos “Feliz Año Nuevo”, porque aunque lo viejo va a
seguir estando, ¿a quién no le gusta abrir un regalo, una sorpresa, y pensar
aunque sea por unos días, o lo que dure el encantamiento, que va a haber algo
nuevo bajo la luz del sol?
María Teresita Suriani
La vivencia del tiempo es una mezcla de ciclos y linealidad. ¿No? Como ocurre en las grandes fiestas, Pascua, Navidad. O como en las estaciones del año o el día y la noche. Hay un volver a empezar dentro de una historia que va dejando sus huellas.
ResponderEliminarComparto lo que decís Teresita que se pone excesiva expectativa en esa noche. Expectativa que a veces se "llena" con alcohol. Pero todos sabemos que en el fondo nada cambia demasiado.
Las personas mayores suelen preguntarse (aunque podría ser una pregunta que todos nos hiciéramos), ¿estaré festejando el próximo año?
Eso sí que supone una ruptura en nuestra percepción del tiempo.
¡Qué buena reflexión, Tere! Me da esa sensación que hay como una inconsciencia en todas estas fechas. Como si se estuviera con la actitud errada en un momento muy especial. No sé cuál debería ser la actitud adecuada. Creo sí, que ese momento podría ser como una catarsis entre amigos y compartir los buenos y malos momentos del año que pasa para finalmente, saber dónde comienzo el nuevo año. Todo esto en un clima de fiesta pero íntimo.
ResponderEliminarTere me encantó tu reflexión de año nuevo. Mi año nuevo personalmente fue muy extraño. Estaba de vacaciones en Ecuador, el horario me había cambiado, pero sin embargo yo tenía la hora de argentina en mi mano. Me quedé dormida para festejar el año nuevo (de argentina) porque estaba durmiendo una siesta ya que donde estaba eran las 9 de la noche. Entonces cuando tuve que festejar el año nuevo, que en realidad ahí lo festejan como "año viejo", vi los fuegos artificiales a las "12", pero para mi mano, ya eran las 3 am. Fue raro mi año nuevo, y no pude ni pensar esas cosas. Ahora me hiciste pensar y creo que pienso igual que vos. Besoooooo
ResponderEliminarGracias Marisa, Héctor y Clemen! No lo había pensando tanto como una manera errada de festejar, pero puede ser. Más bien estuve pensando en las expectativas, en lo que pedimos,esperaos de más. Y si Marisa, debe ser terrible pensar, quizás este sea mi 'ultimo año nuevo', raro no?
ResponderEliminarSaludoss!