“El Pibe” Ch. Chaplin. 1921.
¿Con qué mirarte?
¿Con la filosofía que augura que
la mirada del otro me objetiva?
¿Con qué mirarte? ¿Con esa
frialdad pesimista que anuncia que tu mirada expone mi miseria más profunda?
¿O podré mirarte con los ojos de
las perspectivas de multicolores apolíneos y martillazos dionisíacos? ¿Qué
perspectivas me depararán en tus múltiples facetas el mirarte con esos ojos?
¿O quizá no tendré que mirarte?
Negarte y… negarme. Tal vez lo mejor sea no mirar como presupuesto explícito de
un no existir que no me animo a enfrentar.
Pero a pesar de estas opciones que
tanto retumban a la vuelta de cada esquina, a pesar de los rayos con que estas
ideas se reflejan en tantas miradas que topo en el devenir cotidiano.
Desde mis entrañas metafísicas más
hondas me sale otro mirarte.
El mirarte con ojos de grandeza y
gratitud.
El mirarte con oídos de escucha
paciente.
El mirarte con el habla que se
despoja de todo en la confianza de tu consuelo.
El mirarte con el gusto de tus
gustos para compartirlos.
El mirarte con el olfato de tu
fraternidad cercana.
El mirarte con el crisol de las
lágrimas del arrepentimiento.
El mirarte con el realismo de
miserias, contingencias y verdades (tuyas y mías).
El mirarte con el corazón que late
y siente en la certeza de que mirar es detenerse y amar.
¡Qué Dios siempre asista mi
debilidad para tener los ojos abiertos… mirar… y mirarte!
Ignacio
Leonetti
Me gusta Ignacio cómo traducís las diferentes alternativas filosóficas de la relación yo-tu en un diálogo existencial.
ResponderEliminarEs como una apuesta. Apostar a la que te sale de "las entrañas metafísica". Después de todo es la única que merece la chance de una apuesta. En las otras estamos perdidos antes de empezar el juego.
Muy linda la foto que elegiste para ilustrar el texto. Son miradas llenas de ingenuidad, dispuestas a entrar en escena sin demasiadas especulaciones.
Me encanto como te sale el otro mirarte, en definitiva creo que asi mira el amor.
ResponderEliminarGracias.