Mañana
8:00 AM
A Kevin le
suena el despertador del celular, se levanta, va hacia la mesa de luz y lo
apaga, no quiere levantarse todavía, vive solo, no tiene hambre, no tiene ganas
y quiere dormir diez minutos más.
9:00 AM
Pasaron más
de diez minutos y ni cuenta, mira al techo desde la cama, y atina a decir, con
una voz ronca y rasposa –Tengo que hacer algo- así que se levanta, prende la televisión, fuma un
pucho y desayuna en la cama.
La
programación estaba muy aburrida así que se volvió dormir.
11:00 AM
Suena el
celular -¿Hola? ¿Hola?- Si decime Antonio, ¿Qué pasa?- ¿Venís hoy, acá con los
chicos?-Yo te llamo, porque tengo que hacer un par de cosas – Ah, bueno no te
colgués y despertarte que tenés una voz de ultratumba chabón- Kevin corta la
llamada y se va al baño. Se ve en el espejo y se mira raro, no le gustan como
están las cejas, que las comisuras de los labios, que los ojos, que..., se mira
el cuerpo y no le agrada lo que ve.
12:00 PM
Después de
un baño, se pone una camisa azul informal, el jean negro que siempre usa y un cinturón que le regalo su papá, lo
único que le regalo su papá aparte de una deuda por la hipoteca de la
casa.
Se tiene que
ir al trabajo y cuando está a punto de salir, ve una frase que tiene pegada en
la pared que reza: “MAÑANA ES HOY”, y se pregunta quién mierda habrá puesto eso
ahí.
13:00 PM
Viajando en
el Sarmiento su mirada se pierde en el paisaje, el tren para antes de llegar al
destino y esto le da oportunidad de ver a un niño que estaba sentado al frente
suyo, todo sucio, con la remera rota, con los dientes cariados, que le pregunta
si es feliz.
24:00 PM
De regreso a
casa no tiene ganas de nada, solo de
dormir.
3 MESES
DESPUÉS
Kevin se
levanta de la cama, se mira al espejo y hace un gesto de desaprobación. Y se
pregunta como todos los días ¿Qué va a ser de mí?
3AÑOS
DESPUÉS
Diana y
Kevin están paseando y se detienen a comprar un par de helados de chocolate, y
al acabar en el palito del helado de Kevin hay una inscripción que reza:
“MAÑANA ES HOY”. Y Kevin ríe, ríe y ríe o llora.
Mañana puede
ser nunca, no tenemos certeza que todo va a seguir igual, mañana es hoy, vivan
la vida, perdonen rencores, atrévanse, hagan locuras, amen, sean libres,
cambien su vida hoy, considérense afortunados de conocer el misterio de nuestro Señor, así como Kevin el mundo clama, gritan por una respuesta.
Nuestro Señor nos pregunta ¿quién será capaz de defender la brecha? ¿Acaso vos, mi
querido lector?
Me voy, hay
un mundo que me espera, y esta vez no son helados de chocolate.
Inca Valle-Riestra
¡Qué extraño texto! Tiene un giro impredecible. Es un Deus ex machina de manual. Me pregunto qué le pasó a Kevin en 34 años para que nos haga semejante interpelación.
ResponderEliminarAl margen de esto, me gusta tu estilo fresco,ágil, de una economía precisa... Bien!!
Me gustó que apareciera tu Kevin otra vez. Es como las "variaciones imaginarias" de Ángeles.
ResponderEliminarQuzás te estés interpelando a vos mismo. Tu yo lleno de energía que quiere apostar por la vida al yo desganado e inerte que ve la realidad como tras un espejo.
En general en lo que escribis habita una dualidad, ¿no? Ser o no ser, Lima y Bs.As., vida e inercia.
PD: Si no vas a comer ese helado, me lo quedo yo, jajaja
Gracias por los comentarios, helados para todos.
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