Claude Monet, Bridge over a Pool of Water Lilies, 1899 (Ilust. blog)
Mientras: adverbio de tiempo, entretanto; conjunción temporal que indica simultaneidad entre la oración principal y la secundaria.
Todas las personas tenemos
objetivos, metas en nuestras vidas, que están allá lejos, o no tanto, en
nuestro horizonte. Intentamos caminar hacia ellas, trabajamos, a veces
esforzadamente para acercarnos, son nuestras motivaciones cotidianas; o pueden
ser ilusiones, que vemos como imposibles, que ansiamos pero no damos ni medio
paso para alcanzarlas y solo las contemplamos con el dolor de que nunca las lograremos.
Pero nuestra vida real es ese
mientras, el día a día que nos acerca o aleja de aquello que queremos lograr, y
la clave está en poder encontrar el valor, sentido y gozo del hoy sin estar
mirando cuánto es lo que falta. Si vemos nuestro hoy como algo secundario,
provisorio que realmente tendrá sentido sólo cuando alcancemos lo que soñamos,
no vivimos enteros en nuestro ser, es
como si una parte de nosotros estuviera afuera, desplazada más allá. Además probablemente si llegamos a alcanzar nuestro objetivo,
volveremos a correrlo y seguiremos plantados en lo que nos falta. Seguir
motivados por algo que todavía está lejos,
pero disfrutando el paso a paso es la clave, como quien escala una
montaña deteniéndose a contemplar a cada paso el paisaje y no mirando solamente
a la cima.
Creo que el secreto está en
el manejo de la frustración. Quiero algo, no lo tengo. Sé que me falta
pero puedo reconocer muchas otras cosas
buenas que sí logré y también puedo
hacer algo para acercarme a lo que deseo. Y si no, si no depende de mí, el
trabajo es más difícil, aceptarlo, buscar otras motivaciones; pero instalarme
en ese hueco con un “hasta que no tenga …” no seré feliz es instalarme en la
frustración . Es bueno aprender a convivir con esa inevitable dosis
de frustración que nos acompaña, aceptándola pero sin perder el gusto por todo
lo que sucede en nuestras vidas en ese mientras, que lo principal sea nuestro
hoy y que lo que esperamos, sea solo lo
que nos indica el camino. Aunque inevitablemente suele suceder que tenemos días en que vemos enorme lo que nos
falta y casi no vemos ningún logro y
otros en lo que sucede todo lo contrario, y nos sentimos bastante satisfechos.
Quizá s es más difícil para los
que apuntan a metas muy altas, en las que el esfuerzo es enorme y los logros
para muy pocos. Hace falta más temple para no sucumbir a la frustración
allí. Por otro lado podemos caer en
la falsa solución de bajar muchísimo los objetivos, así son
fácilmente alcanzables, entonces nos sentimos llenitos, “ya está, no tengo que
esforzarme más”, pero es una falsa satisfacción porque sabemos que podríamos
dar más y la frustración sigue, pero mucho más escondida y nos engañamos
pensando que los demás tienen “suerte”,
que todo se les da tan fácil.
Ese mientras es nuestra vida,
vivir bien el proceso, sabiendo equilibrar la tensión entre ese
mañana en el que esperamos y la belleza en
lo pequeño del hoy me parece ser
el corazón de una buena vida.
Eugenia Guastavino
¡Qué bueno leerte de vuelta Eugenia! ¡Qué el taller vuelva a ser parte de tu "mientras" personal!
ResponderEliminarTu texto bien podría ser la serena respuesta al agitado e inquisidor "mañana" de Nico.
¡Qué misterio el ser humano!
¿Por qué vivimos siempre en la sospecha (o en la certeza) de que "hay algo mejor" que todavía no hemos alcanzado?
Muy bueno, me gusto mucho. Justamente hace poco charlaba con algunos de mis hijos y el teme era este justamente y yo les decia que hay que ir viviendo los pasos que damos para lograr los objetivos que nos fijamos, pero creo que es fundamental, aprender a disfrutar tambien cada cosa que logramos, sino se vive la vida con una sensacion pegada a nosotros, de frustacion como vos decis , es como que apuntamos a lo grande, que esta muy bien , pero no disfrutamos los pequeños pasitos que nos acercan a lo grande,y asi vivimos a medias.
ResponderEliminarGracias
Eugenia, te re agradezco por tu texto. Justo ayer estuve hablando de este tema con una amiga que estudia medicina, y que difícil es perseguir metas lejanas, y a veces nos olvidamos de ser felices ahora. Ya le pasé tu texto, espero que le sirva de algo! Y me hizo acordar a un texto de un blog de cine que habla del 'mientras' justo y dice, entre otras cosas: "No sé si hay muchas personas que realmente disfruten vivir en la incertidumbre, en esos instantes donde no parece pasar nada, como si se tratase de una tortuosa sala de espera. El “mientras tanto” tiene que ver, claro, con todo lo transitorio, con lo que hay que atravesar irremisiblemente para llegar a un destino. Si hay una meta, entonces, el costado fascinante se hace presente. Sin embargo, si tal objetivo no se traza, si nos toca el lado pasivo, el de observador del movimiento ajeno en contraste a nuestra (aparente) inmovilidad, entonces lo aterrador puede convertirse en angustiante. Mientras alguien evoluciona, otro involuciona. Mientras alguien sigue adelante, otro queda detenido. El dolor nace de la contemplación, de la toma de conciencia de nuestra realidad por sobre otra" Y la protagonista de la película dice "No me gusta estar entre cosas" el 'in between', 'mientras', 'hasta que', palabras que paralizan, que sólo nos mueven si el segundo término de la oración contiene algo realmente satisfactorio y feliz. Y si no lo hay? Como dice el texto del blog que cite, es angustiante vivir en el 'mientras', en los 'medios tiempos', cuando no hay meta detrás. Pero como decís vos, es igual de importante vivirlos, porque tenemos que ser felices ahora, aunque sintamos que pasamos la vida en esa sala de espera.
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