sábado, 7 de enero de 2012

Fidelidad (Lucía Nazar Anchorena)

Zurbarán, San Francisco de Asis


Estudiando para la tesis, encontré  una idea que me resultó inspiradora y deseo compartirla con ustedes queridos lectores y aficionados del alfabeto.

María Zambrano caracteriza a la relación entre el artista, la obra de arte y el espectador como una relación de fidelidad. Hay una fidelidad frente a lo que se descubre como originario, lo constitutivo de la realidad. El artista es fiel a algo que permanece en un secreto sagrado y quiere revelarlo a través de su obra. Asimismo, cuando el espectador se enfrenta a la obra no puede huir de este sentimiento de fidelidad que lo compromete. Ser fiel es mantenerse dentro de los límites que propone la realidad, afirma Zambrano, límites que pone la manifestación y ocultación de lo real. 

Esta idea de fidelidad como límite me recordó a la concepción que tiene Komar de castidad que llamó poderosamente mi atención cuando leí hace poco El silencio en el mundo. La castidad según Komar es un profundo respeto de lo propio, es respetar lo que las cosas son y agrega que para conocer lo propio se necesita atención y  silencio, y esto lleva a amarlo.

Entonces, el encuentro con la obra de arte nos puede llevar a experimentar un profundo amor por lo propio de las cosas, es la realidad la medida y nosotros sólo contempladores de su belleza. Es la realidad una melodía, nosotros tan sólo oyentes.

Callar, contemplar, oír, amar pueden ser vivencias estéticas que nos vuelvan a poner en nuestro centro. Vivencias que necesitamos para un vivir más humano.



Lucía Nazar Anchorena








4 comentarios:

  1. ¡Gracias Lucía por hacernos conocer a María Zambrano y a vos!
    Justamente otra etimología que señalaba siempre Komar era la del verbo “exterminar”, salirse de los límites (termini), equivale al exterminio. La fidelidad a los límites de lo real es una cuestión entonces, de vida o muerte donde se juega la fecundidad o la esterilidad de la vida. Pero pienso que el límite como puede parecer a simple vista, no impide la exuberancia al contrario, creo que le abre camino.

    Para los que tengan interés amplio lo de “El silencio en el mundo”, copio a Komar:

    “Santo Tomás, comentando a Dionisio Areopagita, gran padre de la Iglesia Oriental, dice: “porque lo oculto lo veneramos al no escrutarlo, lo inefable al callarlo, y esto proviene de la santidad y castidad del ánimo que no se extiende fuera de sus metas.” Ésta es la definición del concepto antiguo, original de la castidad: no extenderse fuera de sus metas. Hegel diría: “concederse únicamente a la cosa” olvidándose del “propio hacerse valer”. La palabra castus-a-um, tiene la misma raíz del verbo castigo-are. Castigar no significa en primer lugar aplicar una pena, como se entiende hoy. Significa rectificar, enmendar, reducir a lo que debe ser. Si para esto hace falta la pena, lo que hoy llamamos castigo, entonces se castiga, pero en sí mismo se trata simplemente de reducir una acción, una expresión a lo que debe ser. En este sentido se lo usa en un lenguaje más docto y se habla por ejemplo de un “estilo muy castigado” en el arte de la música, que no hace concesiones a exuberancias, un estilo en el cual no sobra ni falta nada, un estilo fuertemente disciplinado. Pensemos, por ejemplo, en la música romántica de Beethoven. Mientras hay otros románticos que se permiten grandes desahogos sentimentales, la música de Beethoven en cambio es fuertemente disciplinada, una gran emoción, pero mantenida dentro de límites estrictos, lo cual otorga a ciertas frases musicales una tremenda fuerza. Nada disminuido ni mutilado, sino reducido a lo que debe ser, sin conceder indulgencias al exceso.
    En este sentido lo usa Santo Tomás cuando dice: “Castidad del ánimo que no se extiende fuera de sus metas”. Las metas en el conocimiento y en el afecto están dadas por la realidad misma. Nosotros estamos a esta altura del siglo XX demasiado impactados por ciertas psicologías sexualistas y pansexualistas, de algunos freudismos e irracionalismos, entonces la castidad, hasta en el campo cristiano y religioso, se entiende en un sentido marcadamente negativo, como abstención, y no se aprecia el aspecto positivo. El sentido antiguo es muy positivo, porque no existe nada fuera de lo que es. ¿Y qué es lo que enardece nuestro amor y nuestro entusiasmo? Es la bondad y la belleza de las cosas. La bondad coincide con el ser, las cosas son buenas dentro de lo que son, la bondad no es algo agregado a lo que es la cosa es. La bondad de un ser está presente en el ser mismo y hay que descubrirla allí. Ser y ser bueno son la misma realidad. Si la bondad y belleza son algo propio de la realidad, del objeto amado, en la medida que más nos ceñimos a él, que más lo penetramos, que captamos su valor y experimentamos su sentido, nuestro amor es más recto y se alimenta de una fuente segura, que es la bondad y la belleza del objeto amado.”

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  2. Me encantó LULI. Es necesario rescatar al arte, de aquella concepción estructuralista y hermenéutica en muchos aspectos que hacen a lo estético. Sin dejar de desconocer, por ejemplo los hallazgos que en su momento tuvieron sentido y amplia difusión, con creces y con abundantes críticas, la concepción del arte según BAUMGARTEN. TE DESEO EXITOS CON LA TESIS. SALUDOS PARA FEDE.

    Maximiliano Hünicken Segura

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  3. Lucía, me encantó lo de la fidelidad a la obra de arte en sí y el respeto a la realidad en cuanto mesura; es decir, dentro de límites del caso. También me hizo descubrir esa faceta muy profunda del concepto amplio de castidad que solemos aplicar solamente a lo sexual-moral. En esloveno el término equivalente, traducido, es el de pureza; como un estado (o actidud) de no estar mancillado (moralmente) por el pecado - consistente precisamente en no respetar apropiadamente la naturaleza integral del instinto de reproducción del ser humano, el genital. Dentro del contexto amplio del concepto, es entendible que los padres castiguemos a los hijos - por amor - para inducir en ellos la (necesaria) rectificación de sus conductas. ¡Marisa, le agradezco la reproducción tan oportuna del texto de Komar!

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  4. Gracias Marisa, Maxi y Estanislao por los comentarios, como siempre me dejan pensando... Recomiendo mucho ese libro de Komar, sobre todo para estas vacaciones!
    Lo que más me interesó- y sigue haciéndolo- es el rescate etimológico de Komar que es muchísimo más profundo que tal vez lo que me enseñaron a mi acerca de la castidad.
    Gracias Marisa por ampliar la terminología de Komar, muy interesante y enriquecedor!!

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