Lo vi una noche de mi niñez mientras caminaba por el puerto.
Edificado sobre puntiagudas rocas, parecía imponerse al tiempo;
estaba ahí, vigilante y atento, mientras las olas risueñas y burlonas
intentaban golpear sus pies…
¡Ja! ¡No sabían las ingenuas que para este poema,
sus golpes son sólo murmullos de la noche!
Nocturno centinela de la mar…
viviendo con tedio los días,
tu vida transcurre en las noches.
La sonriente luna siempre te acompaña
y hace entusiastas, tus vigilias.
Testigo de los enamorados…
en el puerto, sonrientes besos iluminaste,
tu luz inquieta los atrapó en instantes,
pequeños instantes que quedaron guardados en tus memorias,
ésas que de vez en cuando le cuentas a la luna.
Salvador de odiseas…
penetras el océano iluminando las insondables rutas,
tu luz atraviesa por igual las barcas de empeñosos pescadores
y las imponentes velas de los grandes navíos,
referente incansable de las noches en el puerto…
Iluminaste con misterio aquella noche de mi niñez…
debes seguir ahí dando vida y poesía al puerto jarocho…
¡Qué nostálgico José! ¡Qué lindo recuerdo! Muy romántico. Qué imponentes nos parecen los faros cuando somos chicos y a la vez, al menos a mí, me transmiten una sensación de cálida protección. De preocupación del hombre por el hombre
ResponderEliminarSí, ese Faro es de las cosas que me quedaron grabadas de aquella niñez, esa noche cuando lo vi quedé en silencio.
EliminarMuy lindo José! ¿qué quiere decir "jorocho"?
ResponderEliminarera jarocho no jorocho... igual tampoco sé qué significa!
ResponderEliminarGracias Ángeles!
EliminarJarocho, es el gentilicio de Veracruz, una provincia mexicana que está en el Golfo de México(en el Atlántico). El puerto jarocho, es lo mismo que el puerto de Veracruz.
Ah! gracias por la aclaración!
EliminarMi abuela siempre recitaba un poema de tu compatriota Amado Nervo. Fíjate en la estructura y sonoridad de tu paisano, siempre gira sobre el recuerdo pero hace lo que la poesía puede hacer, genera imágenes tan potentes que no es necesario lo explícito para entender lo que nos está diciendo:
ResponderEliminarEn Paz
Amado Nervo
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Muy buen poema!
ResponderEliminarGenial... ''cuando planté rosales coseché siempre rosas''
Voy a leer más de Amado Nervo.
Abrazo!