la metálica voz del alto parlante
que enfría mi corazón hasta morir.
Por un instante,
soy el dolor de todos los “adioses”
y por otro,
soy yo quien me despido,
soy yo quien me despido,
sin saber que estas lágrimas
tendrán, algún día,
su recom pensa...
Amadeo Modigliani
Héctor Makishi
Muyy, muy bello, y los Modigliani grafican tu poema. Gracias!
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