viernes, 18 de noviembre de 2011

Drama como categoría histórica (Luis Baliña)

Kasimir Malevich, Mañana en el pueblo tras la tormenta de nieve, óleo sobre lienzo, 1912 (Ilust. Blog)



Sócrates y Teeteto vienen conversando acerca del arte de sembrar y cosechar. Las parteras –comadronas sería una palabra más adecuada, pero poco usada- cultivan ese arte, porque traman las uniones y cosechan sus frutos. Mi rol es más importante,  λαττον δ το μο δράματος, dice Sócrates, porque consiste en partear y buscar que se engendre según el alma.
La palabra δρμα , es bastante poco frecuente en griego; Liddell-Scott presentan dos acepciones: acción, y representación.
Para nombrar lo que nosotros llamamos drama, es más frecuente en griego la expresión tragedia. Pero no quiero usarla como categoría para expresar la historia. Me parece que no es verdad que cualquier historia sea una tragedia.
Pero sí un drama. Y no sólo como representación, sino como realidad. Ahora bien, debajo de esa representación, y también debajo de esa realidad, hay un suelo no dramático, que se hará fértil con la lluvia, florecerá y dará frutos de alegría. Es lo que estoy buscando en estos días.

 Luis Baliña




2 comentarios:

  1. Gracias Luis.
    Lo sacaste a Sócrates de los libros y lo trajiste otra vez a la vida a que nos enseñe hoy de nuevo a pensar la vida y a vivir.
    Vos también sos su partero y partero también de la esperanza.

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  2. El otro día terminé "Las Suplicantes" de Esquilo que nunca había leído. Y no podía con mi asombro ante el final -que hoy llamaríamos feliz- que tiene. Supongo que también los trágicos pudieron de alguna manera percibir ese suelo no dramático del que hablás y que en el fondo nos mantiene todavía sembrando. Más allá de la cosmovisión imperante en la época y en la mitología que nutre la tragedia, la realidad hace su mella y cuela los momentos de alegría dandole cabida a esas mañanas de sol después de las tormentas.

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