Antoine de SAINT-EXUPERY
et Henri GUILLAUMET
http://ggl.pagesperso-orange.fr/aeropostale/pilotes.html
¿Conocen la historia de Guillaumet?
Cada vez que escucho la palabra «responsabilidad», me acuerdo de ella.
Es una historia asombrosa.
Henri Guillaumet era compañero de Saint-Exupery en
la flota de aviones de Aeropostal. Entre los destinos a los que llevaban
correspondencia figuraba la Argentina.
El 13 de junio de 1930 a causa de una
fuerte tormenta de nieve, Guillaumet hizo un aterrizaje forzoso en la cordillera
de los Andes, en Mendoza, cerca de la laguna Diamante (“uno de cuyos flancos,
el volcán Maipú, se eleva a seis mil metros”). Luego de aterrizar estuvo dos
días refugiándose del azote de la tormenta. Cuando la tormenta aflojó empezó a
caminar “sin bastón de alpinista, sin sogas, sin víveres, escalando cuellos de
cuatro mil quinientos metros o progresando a lo largo de paredes verticales,
sangrando por pies, rodillas y manos, a cuarenta grados bajo cero.” Caminó
cinco días y cuatro noches. Leyeron bien: caminó
cinco días y cuatro noches. Sin descansar. Si se detenía a descansar era su
fin. “Lo que salva” le decía un tiempo
después a Saint-Exupery, “es dar un paso. Otro paso más. Es siempre el mismo
paso que se vuelve a dar. Lo que hice te lo juro, ningún animal lo hubiera
hecho. (…) En la nieve se pierde todo instinto de conservación. Después de dos,
tres o cuatro días de marcha sólo se desea el sueño. Yo lo deseaba, pero me
decía: si mi mujer cree que vivo, cree que camino. Los compañeros creen que
camino. Todos tienen confianza en mí y soy un canalla si no camino.”
Su asombrosa historia tiene además el valor agregado
de haber sido contada por su amigo en Tierra
de hombres: “Yo pensaba: si se hablase de su coraje, Guillaumet se alzaría
de hombros. Pero también se lo traicionaría si se celebrase su modestia. (…) Su
verdadera calidad no reside allí. Su grandeza es de sentirse responsable. (…)
Forma parte de los grandes seres que aceptan cubrir amplios horizontes con sus
follajes. Ser hombre es, precisamente, ser responsable. Es conocer la vergüenza
frente a una miseria que no parece depender de uno. Es estar orgullosos de una
victoria que los camaradas han obtenido. Es sentir, posando uno su piedra, que
se contribuye a construir el mundo.”
¿De dónde sacaste la fuerza querido Guillaumet?
Imaginabas a tu mujer y tus amigos esperándote. No
podías defraudarlos, ser causa de su tristeza. Te sentías así de amado y amabas
tanto a tu vez.
Vivir respondiendo por amor a un amor que llama.
¿Es ese el secreto de la fuerza que empuja la
responsabilidad, el sentido de ser hombres?
Tu historia, Guillaumet no deja de llenarme de
ternura cada vez que la leo. De ternura, esperanza y asombro frente al misterio
de la libertad.
Eres responsable para siempre de lo que has domesticado… Eso le decía el zorro al Principito, ¿no es cierto?
Marisa Mosto
MUY BUENO EL PLANTEO. CONOCIA LA HISTORIA, PORQUE VOS MARISA ME RECOMENDASTE EL LIBRO TIERRA DE HOMBRES, DE HECHO ME LO PRESTASTE.
ResponderEliminarBESO
MAX HUNICKEN
¡Qué buena historia, Marisa! Me hizo recordar al testimonio de Frankl en los campos de concentración y cómo a él, lo sostuvo ese pensar constante de su mujer. En el fondo, un sentido profundo por seguir viviendo.
ResponderEliminarY es interesante, me ponía a pensar, que el sentido de la vida tiene que ver con personas concretas y no tanto con grandes proyectos, a veces, tan genéricos como volátiles. O mejor, si esos grandes proyectos no tienen rostros humanos, se desvanecen en el tiempo o caemos en totalitarismos inhumanos (y no estoy pensando necesariamente en Hitler y todo lo que ya pasamos en la primera mitad del siglo XX).
Lei la historia muchas veces siendo chica (recogida en otro libro, no en Tierra de Hombres) y las imágenes son tan fuertes que se quedaron grabadas a fuego en mi memoria... "creen que estoy vivo, saben que camino..."
ResponderEliminarQué lindo cómo lo enganchás con el amor y no solo con el sentido del deber.. responder por amor a un amor que llama!! el más pronfundo sentido de la responsabilidad..
Guau, no conocía la historia. Profundamente inspiradora, Marisa. Gracias por eso (y por lo otro...). Creo que encararlo desde el amor le da la verdadera luz, como también comenta dolores. Dejarlo en el "deber" lo hubiera transformado en algo mucho más seco y gris. Y es que eso sucede con el deber, cuando no viene empujado por el amor y no brota desde el, ¿no?
ResponderEliminarEs lo que le faltaba a Kant, tal vez.
Gracias.
Muy lindo Marisa, me encantó eso de "soy un canalla si no camino"!
ResponderEliminarsaludos!
Marisa, qué estimulante!!!! La responsabilidad ayuda a seguir vivo. Es así. Muchas gracias!!! Te mando un beso, feliz con nuestro nuevo Papa!!!!
ResponderEliminarQué lindo!! Puedo imprimirlo y usarlo para mis clases en el cole? cuando tenga que explicar el concepto de libertad/responsabilidad, no se me va a ocurrir nada más lindo !!!
ResponderEliminarBesos!
¡Por supuesto Pao! Esa historia está ahí para ser contada.
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