El Monje, Max
Hünicken Segura
Un
ramillete floreciente de vida,
Limita
constante
Los
ocasos mortales
De una caída
celestial.
Y transcurrido
el quinquenio
Los óbitos
señoriales
Cristalizan
al soplo,
Al
sueño inmortal.
¡Racimos
de alegría!
Piden
con júbilo los encadenados;
Aún a
sabiendas de sus pecados
Anhelando
y condenando.
Al
instante ciego y sutil
Que
devora pretensiones
En la morada de los insatisfechos.
¡Racimos de embriaguez!
Para
sosegar al aburrimiento,
El
monje negro de nuestra hiel,
fenece
con el silencio.
Y transcurrido
el quinquenio
La
ira de un imperio
Sojuzgó los caprichos intensos
De la
servil incitación del miedo
¡Racimos
monacales!
Ofrendan
las almas,
Para
un descanso placentero,
entre
las cepas de un lirio
Y el
abismo perfumado
De un
misterio.
Maximiliano Hünicken
Segura
Me llegó un aroma de la leyenda del gran inquisidor. Pero como si éste habitara en el corazón de cada uno. Una especie de lucha entre instalarse en la impotencia o animarse a salir a la fiesta de la vida.
ResponderEliminarEs el conflicto que padece el monje,inspirado un poco en el MONJE NEGRO DE CHEJOV. que le dice a un joven, entusiasta y amante del saber, y de la vida, que no cambie. Para muchos ese joven es un Loco. El monje de chejov, es el modelo de inspiracion de aquel joven. En este monje, hay un poco de eso, y tambien una reminiscencia de los Carmina burana de los Goliardos, y del topico horaciano del carpe diem. Como tambien en la ultima estrofa rescato la labor de los moasterios. Por eso hablo de los lirios, y del abismo perfumado de fe. O como quieran llamarlos auellos que no creen.
ResponderEliminarbeso
GRACIAS MARISA
Sí, a mí, me recordó a la Divina Comedia. Como voces del Infierno y Purgatorio que buscan cómo consolar su condenación o su purificación. Pero todo desde una óptica muy carpe diem, sea goliarda o horaciana, esa certeza de que todo consuelo es una sucesión de consuelos efímeros como las flores en un racimo, nunca algo permanente e inmóvil.
ResponderEliminarGracias HECTOR. Si puede ser, justamente es como la transfiguracion de ese monje, que va pasando por distintas etapas, las tentaciones, la culpa, la ira de no poder sobrellevar su vocacion, y la aceptacion de nuestras limitaciones, Hasta la gloriosa calma espiritual. Los conventos no han sido tan solo lugares de reflexion, y de estudio. Mucho de la ascendosa vida comercial, artesanal y hasta diria artistica, se lo debemos a LOS MONASTERIOS. Justamente en Estados Unidos, y en Europa principalmente:
ResponderEliminarMonasterios cistercienses de Aragón - Arteguias
España
Monasterio de Piedra, Veruela y Rueda. Guía individual de cada monasterio cisterciense aragonés
Leer esta obrita es un manjar: "Oraciones de un Cisterciense"
Autor_ Mariano Ballano.
Para un tipo mundano como yo, resulta difícil imaginar la vida dentro de los monasterios. Es más, me cuesta empatizar con este tipo de temas. Pero como es de tu agrado que te comente y a raíz de que coincido en lo que decís de que en que en los monasterios ha habido comercio, artesanías, música (y quién sabe cuántas cosas más), tu poema me trajo a la mente esa descripción grotesca y burlona que hace Umberto Eco en 'El nombre de la rosa', donde presenta a monjes benedictinos deformados tanto física como moralmente. Allí sólo los franciscanos se salvan y tienen una apariencia de seres normales y racionales, al resto Eco los defenestra.
ResponderEliminarEntre los benedictinos hay una suerte de 'monje negro', un viejo fraile bibliotecario llamado Jorge de Burgos (que es en honor al gran Borges) que odia lo mundano y, sobretodo, la risa. La risa es nihilista, es la carcajada nietzscheana. La risa es obra del demonio y lleva a que no nos tomemos en serio a nosotros mismos. Por eso envenenó las páginas del segundo libro de la 'Poética' de Aristóteles, obra que se consideraba perdida y que guarda con recelo por hacer una apología de la risa. Los que fueron por ella e intentaron leerla, murieron envenenados por obra de Jorge, quien en verdad adjudica las muertes al demonio siguiendo pautas del Apocalipsis.
Increíblemente, cuando ve la amenaza de que se lleven la obra, Jorge de Burgos se la 'come' hoja por hoja.
Un abrazo!
Lo veo como una suerte de Santa Scala sui generis de un monje goliardo que va recogiendo flores que lo conducen e ilustran a medida que avanza en su itinerario de vida y su vida de itinerancia. La errancia perfumada por las fragancias de las distintas flores que van marcando distintas facetas de aquella y que se van agregando al gran ramillete de las experiencias, lo conduce a la comprensión de que la recoleción se resuelve finalmente en el don y la ofrenda a Dios de lo recolectado (aun la misma experiencia monacal que en esa misma ofrenda también se resuelve) para descansar en la esencia misma de la flos floriae, la medúla de la que brotan todas las fragacias y en la que todas se comprenden, la fuente misma de todas las esencias, y aunque el ramillete finalmente encabece y adorne por fuera la caja mortuoria, el monje, con todos su conflictos, descansa en el misterio.
ResponderEliminarEs mi interpretación personal, no sé si habré dado con la dirección y la intención con que lo compusiste Maxi, quizas es una lectura demasiado personal y este proyectando de mí en el poema más de la cuenta. Te pido disculpas Maxi si es así.
Gracias querido CLAUDIO. me encanto esta parte o critica.
ResponderEliminarEntre los benedictinos hay una suerte de 'monje negro', un viejo fraile bibliotecario llamado Jorge de Burgos (que es en honor al gran Borges) que odia lo mundano y, sobretodo, la risa. La risa es nihilista, es la carcajada nietzscheana. La risa es obra del demonio y lleva a que no nos tomemos en serio a nosotros mismos. Por eso envenenó las páginas del segundo libro de la 'Poética' de Aristóteles, obra que se consideraba perdida y que guarda con recelo por hacer una apología de la risa. Los que fueron por ella e intentaron leerla, murieron envenenados por obra de Jorge, quien en verdad adjudica las muertes al demonio siguiendo pautas del Apocalipsis.
De monjes o demonios, entre ellos la sombra y el sorbo>
GRANDE CLAUDI.
todo bien POR FAVOR MUSA. ME GUSTA QUE PROYECTES, Y POR CIERTO ME GUSTO MUCHO TU PROYECCION.
ResponderEliminarGRACIAS MUSA QUERIDO
ABRAZO
MAX
Musa te Recomiendo que leas LE MONJE NEGRO DE CHEJOV, y despues leas un analisis que hace SCIACCA SOBRE LOS MONASTERIOS. se que te gusta SCIACCA.
ResponderEliminarabrazo
MAX