http://www.optimainfinito.com/2010/01/gtd-como-gestionar-los-materiales-de-apoyo-para-proyectos.html
(ilust.blog)
Letras aseguradas
Un
día invité a comer al Sorrento de la
avenida Corrientes al escritor Fernando Sorrentino (Imperios y servidumbres, El
crimen de san Alberto y mucho más). Yo creía que homenajearía a mi admirado
amigo en un lugar que evocara su apellido. Además me quedaba cómodo: trabajo en
el edificio que está enfrente del restaurante.
Fernando
me confesó que volver a esa zona no le traía, precisamente, buenos recuerdos.
Había trabajado cuarenta años atrás en esas mismas oficinas cuando allí funcionaba
una compañía de seguros. Aborrecía esas tareas, que incluían la obligación de
aguantar a un jefe espeluznante que llegó a inspirar uno de sus cuentos más
conocidos.
Mucho
tiempo después de haber dejado ese empleo, Sorrentino descubrió que más o menos
durante la misma época, y en la misma compañía, habían renunciado otras dos
personas para dedicarse a “tonterías literarias”, como el jefe les había dicho
despreciativamente al despedirse. Uno de los desertores fue José Salas Subirat,
autor de la primera traducción al castellano del Ulysses; el otro se llamaba
Augusto Roa Bastos.
El
derecho a huir no debería serle concedido únicamente a la gente talentosa,
pienso mientras continúo archivando pólizas.
Marcelo Gobbi
¡Hágase cargo, Gobbi y huya también! Usted puede.
ResponderEliminarMe parece que el que hace uso de ese "derecho a huir" reconoce implícitamente que depende de alguien y que, por lo tanto, no es libre. Permitirle a alguien la huida es, sencillamente, frustrársela, puesto que la misma va a quedar reducida en el mejor de los casos a una retirada "furtiva". En realidad, la huida real es siempre instintiva: me retiro porque me siento seriamente amenazado y que ésa es la única opción válida en esas circunstancias para poder salvarme, ¿no? Por lo tanto, más que derecho es un deber natural.
ResponderEliminarMuy gracioso como está expresado. Me gustó.
ResponderEliminar¿Quién era el personaje que decía "¡rajemos!"'
ResponderEliminarSe me hizo una laguna, pero más vale igual hacerle caso!
¿No era la Pantera Rosa la que decía: huyamos hacia la derecha?
ResponderEliminarMarisa, tan errada no estabas, no es la Pantera Rosa, sino el León Melquíades
ResponderEliminarEste Episodio está en Ingles pero se vé bien su característica de hablar:
http://www.youtube.com/watch?v=ev2eVY0dJ4k
Besotes y Viva Hannah Barbera!!!
MS
Larguirucho no decía: rajemos hijitus!?? Capaz la estoy pifiando mal pero me parece que sí.
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