viernes, 16 de diciembre de 2011

Extranjero (Héctor Makishi)

Chang Park, “Untitled” (Serie: Objetos / Sujetos de estudio)




“I can give you, my loneliness,
my darkness, the hunger of
my heart…”
(Jorge Luis Borges – Two english poems)



¿Qué puedo darte?
-          Un mate frío
en un país extranjero.
-          Calles sin nombres o mejor,
anónimas.
-          Una mañana sin asombro.
-          Un despertar en el frío
de una cama extraña.
-          El olor de unas paredes
que no invitan a quedarte.
-          Una lectura de Borges, despiadada.

Camino en la luz
anunciando
que el amor lo vence todo.
Pero sigo extraviado
entre palabras luminosas
y olvidadas por los hombres.
Una lengua indescifrable
para el entendimiento:
“el corazón tiene sus razones
que la razón no conoce”.


¿Qué puedo darte?
-          El asombro
 de una mañana sin asombro.
-         Un corazón frío
       con aliento de fuego.
       -        Una noche oscura
              descubierta por un relámpago…


Ah, si esta luz devorara mis paredes
y me diera un corazón sencillo
como una estrella vespertina
que anuncia una esperanza misteriosa 
Héctor Makishi

8 comentarios:

  1. Ah! Héctor ... no puedo más que hacer eco de tu última estrofa. Ese "si" del condicional es tan profundo. Sigamos articulando la esperanza (Steiner) , entonces.

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  2. y qué imagen elegiste... ese rostro no parece aún poder decir "palabras luminosas" ¿no?

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  3. Así es, el condicional muchas veces se reviste de esperanza. Como le pasó a Frankl con el recuerdo de su esposa (ya muerta, pero él no lo sabía): Vivía bajo el condicional de volver a verla. Pero también es el condicional del "si pudiera cambiar esto..." y así puede pasar una vida, sin lograrlo. Y así llegan estas palabras luminosas que encandilan e irritan, más que orientarnos.

    Por último, la imagen elegida es graficar esa esperanza pesimista que hablaba Javier Nari que muchas veces, puebla nuestra lucha diaria. La pintura tiene colores vivos que se fueron dilyendo en el tiempo como en la vida...

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  4. Escuché hace muchos años que en el Renacimiento el temperamento melancólico era considerado el temperamento filosófico por excelencia.
    En algún rincón del planeta ese pathos sigue vigente, "es la fuente de nuestro dolor y nuestra esperanza, es la muestra de nuestras posibilidades espirituales" (Tarkovski, estoy citando de memoria).

    No sé qué entendés por "corazón sencillo" ¿resignado? ¿duro? ¿ingenuo? ¿confiado? ¿que no se hace preguntas? ¿que se conforma?

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  5. Por "corazón sencillo" entiendo los "puros de corazón" porque ellos verán a Dios. Ahora bien, he conocido puros de corazón y no necesariamente son personas religiosas; en ese ámbito anterior al religioso, es que se mueve este "corazòn sencillo", que a su vez, el religioso lo presupone.

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  6. ¡Ah! La bienaventuranza.
    Tu "corazón sencillo" a mí me hizo acordar al "abracadabra" de Ángeles.

    Me gustó mucho la forma en que describis como un hueco interior en tu poema. Es como que a partir de allí todo lo que uno es o vive se volviera "poca cosa". Me llega ese sentimiento de que todo está "de más" o da lo mismo. Aunque la cabeza quisiera imponerle al corazón una versión distinta.
    Cabeza y corazón tironeando, división, falta de unidad y simplicidad (o sencillez) ¡Abracadabra!

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  7. Sí, precisamente, el "Abracadabra" es el ámbito anterior del religioso. Es correcta la interpretación. Ahora, me puse pensar ¿qué tan posible es cultivar un "corazón sencillo"? O ¿es una cuestión innata que se va deplegando solo?

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  8. En algunos será innato o como dice Pieper "cuestión de crianza".
    Yo creo que llevar a su dimensión apropiada la experiencia del propio valor ayuda a la sencillez de corazón. He visto que ocurre con algunas personas.

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