Mikhail Fedorenko, Twilight
En las puertas del Amado
golpeando me encuentro
¿cuándo será la entrega
Que colme mi tanto deseo?
Quizás es por ansia
que la espera demora tanto,
o tal vez sea por pereza
que el Amado espera
que el alma se esfuerce
en buscarlo otro tanto
Pero el alma espera la entrega
que dé sentido a su canto;
porque si el alma no se entrega
pierde su libertad en el acto
María Sol Rufiner
¡Muy lindo Sol!
ResponderEliminar¡Esperando el final!
Una versión más edificante de "Ante la ley" del Proceso. No pude no relacionarlo con Kafka. Esa mujer sentada ante las puertas cerradas... me trajo inevitablemente la imagen.
Pero tu texto se distancia enormemente de aquel porque esta pensado en términos de amor y libertad y no de temor e impotencia.
Sin embargo, ambos esperan frente a una puerta cerrada.
No lo había pensado así Marisa, pero es cierto está la relación. En realidad a mi se me viene la figura de las 10 Virgenes en la espera del Esposo a las puertas de su casa y a la vez la de Andrómeda encadenada esperando a Perseo. El problema es en este caso ¿Es uno lo suficientemente valiente para golpear la puerta hasta encontrar la respuesta?
ResponderEliminarEn fin ¿si la puerta es para uno entonces uno debe atreverse a franquearla cueste lo que cueste no? Esto es lo que siempre me pregunté de "Ante la Ley"
MS
¿Cómo franquerala? ¿De qué manera? No creo que nosotros "podamos" hacerlo.
ResponderEliminarLo que más me gusta de la imagen que pusiste es que nos está mirando a nosotros sus espectadores y está como resguardando su corazón. Yo la invitarla a pararse, a que abra sus brazos, a que deje de cubrirse el pecho y venga a nuestro encuentro. Como dice Cortázar, si existe el Reino tiene que estar ya ahí, enfrente nuestro, en este mundo, como está el oxigeno y el hidrógeno dentro del agua.
Me gustó..."porque si el alma no se entrega pierde su libertad en el acto" - ¿Me imagino bien que ello se refiere a la entrega (incondicional)a Dios? A modo de que cuanto más participamos de Dios tanto más humanos somos, ¿no?
ResponderEliminarMarisa:
ResponderEliminar¿Cómo? no sé pero.... Quizás el como entra en lo que decís de abrir los brazos para dar el corazón. No sé, es que siempre me pareció que uno también sale a buscar no solo lo buscan. Que hay puertas que uno debe intentar abrir, no sólo esperar que te las abran aunque confieso que a veces llegada la hora de golpear esas puertas yo misma me paralizo por el miedo, que implica dar el salto del franqueo.
Sí exacto Estanislao ni más ni menos :-)
MS
Yo también entiendo como María Sol que el encuentro con Dios no puede ser sólo pasivo. Dios simepre lleva la iniciativa pero... la Docilidad es una apertura que no puede ser forzada. La Gracia supone una disposición. Disposición, fiat, que es acto y pasión. Hagase-en-mí que sólo yo puedo pronunciar, nadie puede hacerlo por mí.
ResponderEliminarHace tiempo pienso que la respuesta está en el Fiat de María... pero a veces me lo olvido ! Gracias C.A. Novadomus!
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