Agencia Ad Honorem, El racismo puede y debe ser eliminado, Director Creativo Guillermo Caro
“El camino de Jesús está bueno” dijo hace pocos días el sacerdote a unos chicos que estaban por recibir su primera comunión. Esta expresión que ya muchas otras veces me había retumbado en la cabeza, me hizo distraer de sus palabras, hasta que insistió y les afirmó que “seguirlo está bueno”. Esta frase, “está bueno” que está hoy completamente incorporada a nuestra forma de hablar connota una precariedad que no es predicable de cualquier sujeto. El verbo estar, denota un modo de ser actual, implica inestabilidad. Siempre hemos dicho que está buena una comida que desaparecerá en cuanto demos el último bocado o que estuvo buena una fiesta a la que asistimos y ya es solo recuerdo. Pero también siempre hemos afirmado que es buena una película o libro que nos gustan, o que es bueno hacer algo en favor de otra persona. Es decir para realidades que tienen una cierta permanencia habitualmente usábamos el verbo ser.
Sospecho que detrás de la expresión “está bueno” usada en lugar de “es bueno”, hay una intención no consciente en quien la pronuncia de no imponer sus ideas, de afirmar que lo que es bueno hoy para mí puede no serlo para vos mañana, un cierto temor al dogmatismo, que queda completamente atenuado con el verbo “estar”. No creo que fuera esto lo que quería transmitir el sacerdote, pero quizá al expresarlo así sentía que su mensaje era más liviano, menos autoritario.
A lo mejor, para no correr el peligro de ser dogmáticos está bueno expresarse así…
Eugenia Guastavino
¿Es malo ser 'dogmático'? Es decir, ¿ser coherente uno con lo que piensa y está convencido de que ello es verdad - a prueba de subjetividades?- En fin, la verdad compromete...
ResponderEliminarNunca lo había pensado así, Eugenia. ¡Tenés razón! «Estar» en lugar de «ser». Un cambio en el lenguaje que manifiesta un cambio en el estilo de la época: la intolerancia frente a la intolerancia. La intolerancia a que algo se resista a dejar de ser lo que es en algún momento.
ResponderEliminar¡Excelente lo de las curitas! ¿Cómo hacés para encontrar esas imágenes Angeles? Me maravilla.
Estanislao: en lo que a mí concierne, no creo que sea malo tener un modo de ver la vida. De hecho aunque uno no "ponga en palabras" su modo de ver la vida, lo manifiesta permanentemente en sus obras, en su modo de comportarse, de tratar a los demás, en las prioridades alrededor de las cuales organiza su vida. Uno vive a partir de allí.
Lo malo es no escuchar lo que otros piensan, subestimarlos o pretender imponer lo propio de manera violenta (cualquiera sea la forma de violencia)
Esta imagen me la trajo una alumna en un trabajo que les había pedido sobre la metáfora. Me acercan cosas interesantísimas! La elegí porque me pareció que tenía que ver con el espíritu del texto. Esta idea de cuidado y delicadeza en el cómo decir las cosas. Guardini enseñaba que la verdad se dice a un otro y no cae en el vacío. No es negarla sino asumirla en un contexto humano.
ResponderEliminarMuy buena reflexión. Si bien está bien, o es bueno debería decir? ser coherente con lo que uno piensa, y de hecho tener un pensamiento firme, consistente, me doy cuenta que a veces por demostrarnos exageradamente íntegros nos expresamos de manera tajante, marcando la diferencia con el otro, y muchas veces, sabemos bien en el fondo que lo mismo podría haberlo explicado de otra manera, importándome más que se de la comunicación, que haya un contacto con el otro, que el mensaje en sí, que me queda para mí y sólo para mí, empobreciéndose.
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