Liliana Porter, Trabajo Forzado II, 2008, muñequito y arena azul sobre estante
Bajaba
(Katében)
Es la primera palabra de República, y una clave de lectura: Platón propone el ejercicio de bajar y continuar bajando desde el Bien absoluto hacia sus participaciones, en este caso políticas.
Como conoce la dificultad de hacerlo, propone tres olas de carcajadas para que no lo tomemos tan a la letra.
En el mundo de Platón hay un arriba y un abajo distinguidos e interconectados. En el de los neoplatónicos, están bien separados.
Luis Baliña
¡Muchas gracias profesor por el aporte! Es increíble cómo nos encuentran las ideas a varios al mismo tiempo. Justamente sobre este tema estaba pensando ahora que estoy preparando una charla sobre Ortega y Gasset para la Semana de la Filosofía. Porque me parece que Ortega también es un autor que no es ajeno a los dos mundos y explícitamente llama a no negar la complejidad de la realidad total. ¿Qué le parece? Dejo una cita suya que creo refleja la actitud platónica: "Desconocer que cada cosa tiene su propia condición y no la que nosotros queremos exigirle es, a mi juicio, el verdadero pecado capital, que yo llamo pecado cordial, por tomar su oriundez de la falta de amor. Nada hay tan ilícito como empequeñecer el mundo por medio de nuestras manías y cegueras, disminuir la realidad, suprimir imaginariamente pedazos de lo que es. Esto acontece cuando se pide a lo profundo que se presente de la misma manera que lo superficial. No; hay cosas que presentan de sí mismas lo estrictamente necesario para que nos percatemos de que ellas están dentro ocultas."
ResponderEliminar¿Bajar? ¿Subir? ¿Qué es más dificil? ¿Se tratará de eso, de subir o bajar? ¿Hasta qué punto esas coordenadas "arriba", "abajo" han influido en nuestra percepción y entrega a la vida? ¿Y si probamos vivir la vida más en sentido "horizontal", en sentido de presencia a la densidad del ser? ¿Acaso lo que es no está de algún modo «ya» allí enfrente?
ResponderEliminarBajar, subir...movimientos de la voluntad provocados por un objeto de amor que invita al descenso o al ascenso, pero siempre queriendo. Pero, yo me preguntaba...¿por qué no hablar de "caer", simplemente caer? Entiendo yo que en una mirada platónica hay una bajada, un descendo a voluntad. Pero desde el cristianismo también hay una caída. Se cae del balcón, se decepciona, se olvida de la gloria...¿y qué le queda?
ResponderEliminarGustar de la caída, de oler el suelo tan de cerca y ensuciarse la nariz con tierra. Reirse de su desgracia de caer.
Muy buenos aportes! Saludos.