Estas cosas me gustan. Es como una sensación condensada. Te deja un paisaje muy abierto y más con el fotograma de "El séptimo sello" de Bergman. Muy bueno.
La muerte irrumpe, generalmente, sin golpear nuestras puertas y sin pedirnos permiso. Es raro que nuestras vidas culminen armónicamente como una melodía, por ejemplo, con su inicio, desarrollo y conclusión. Por lo general, la melodía que genera nuestra vida se interrumpe abruptamente.
¡Qué misterio la muerte! ¿Qué habrá más allá de ella? ¿Habrá más allá? ¿O será todo justo como era antes de nacer? Sea lo que sea, la muerte siempre es impiadosa y la personificación de Bergman no deja de ser una caricatura ante su verdadero rostro.
Breve y contundente.
ResponderEliminarMe GUSTO MUCHO. QUE PELICULA LA DE BERGMAN. ME ENCANTA ESA IMAGEN DONDE LA MUERTE JUEGA AL AJEDREZ CON EL PERSONAJE CENTRAL.
MAX HUNICKEN
Ella quita, quita, quita.
ResponderEliminarUno asiste impotente.
Me turba esa foto. Ese brazo extendido ofreciendo un abrazo más.
¡Muy buena tu entrada Ignacio!
Estas cosas me gustan. Es como una sensación condensada. Te deja un paisaje muy abierto y más con el fotograma de "El séptimo sello" de Bergman. Muy bueno.
ResponderEliminarExcelente Ignacio!
ResponderEliminarLa muerte irrumpe, generalmente, sin golpear nuestras puertas y sin pedirnos permiso. Es raro que nuestras vidas culminen armónicamente como una melodía, por ejemplo, con su inicio, desarrollo y conclusión. Por lo general, la melodía que genera nuestra vida se interrumpe abruptamente.
¡Qué misterio la muerte! ¿Qué habrá más allá de ella? ¿Habrá más allá? ¿O será todo justo como era antes de nacer? Sea lo que sea, la muerte siempre es impiadosa y la personificación de Bergman no deja de ser una caricatura ante su verdadero rostro.
Abrazo!
Lo parió! Tu escrito y la foto me dan ganas de darle una trompada al personaje en cuestión.
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