En medio de un jardín gigante y extraño, con
mil especies distintas de pastos y flores, y abejas. Abejas que pican todo el
día, que pican como los mosquitos, como las hormigas. Pican los brazos, las
piernas, los tobillos inquietos y los tobillos débiles, pican el cerebro y el
corazón. Ahí, en ese jardín, no sé si en el medio, o un poco hacia la derecha
del fondo, aunque si alguien viene por mi espalda es la izquierda del
principio. O si miran desde arriba es otra cosa, y desde abajo lo mismo. Bueno,
ahí, donde sea que esté, hay un cuadrado gigante, con 6 caras de distintos
colores, a veces más caras que un cuadrado, a
veces menos. Y arriba estoy sentada mirando el paisaje y las mil
especies de pastos y flores y abejas. Las abejas que pican. Y los otros
cuadrados, infinitos, donde se sientan los otros. Por aquí mamá, por acá papá,
por allá Mery, y Delfi y Juan y Babá y van… Y los miro y ellos hacen de cuenta
que no estamos arriba del cuadrado. Y bajar es difícil porque es alto, y ¿quién
sabe qué químicos tendrá el pasto? ¿Será benévolo con nuestros pies o los
llenará de espinas o callos?
Un día estiré tanto la mano para tocar a
alguien que me caí… y me quebré.
Teresita Suriani
Muy bueno Teresita. Me pareció estar contemplando una paisaje tremendo de aislamiento, hostilidad y abandono a través de la mirada de una niña. Con las imágenes que una niña podría usar para transmitir sus sentimientos.
ResponderEliminar¡Muy original!
¡Y el video le hace muy buena compañía al escrito!
Gracias
Me gustó cómo la forma trasmite esa mirada pueril y me ponía a pensar cuántos detalles perdemos cuando vamos creciendo.
ResponderEliminarEl video está muy bueno.
Te imaginé! Sentada en un tremendo lugar, un buen paisaje, pero sola pensando todo eso en tu cubo.
ResponderEliminarMe gustó la canción y me hizo mover la cabeza de un lado a otro.
Es muy niña, y está bueno eso. Me gustó!