Queridísmos,
Que tarde llego a la quebrada. He sido sin quererlo un
testigo oculto de tanta querencia literaria, he vivido una quietud química al
leerlos, pero no he podido salir del quietismo, hasta que la q me ha
despertado, sacándome de mi quicio.
He despertado porque he dormido, y he dormido porque he
quebrantado la rutina nada quebradiza. Quizás quisquillosamente pretendía tener
tiempo para sentirme un Hernández con su Quijote, sin darme cuenta que
quienquiera puede, y que el alma es la que como un quimista se atreve.
Gracias a la q por inspirarme, y disculpas a la r si no la
honro, pero el alma es misteriosa y pesa varios quilates en la sombra.
Queridísimos amigos he querido que sepan que aquí estaba, me
vuelvo pa mi quebrada, en silencio y pensando, que un asado con quebracho es
ungüento para el alma.
Alberto Willi / Kidu (que solo por hoy se vuelve Quidu)
¡Jajaja! Muy bueno Alberto.
ResponderEliminar¡Gracias por asomarte!
¡Ojala lo sigas haciendo!
Me gustó eso de que el alma es misteriosa y a la sombra pesa unos cuantos quilates.
Quidu queda lindo también aunque no este tan a tono con la época...
MUY BUENO!!! ORIGINAL Y CUIDANDO EL AROMA FILOSOFICO DEL ASADO, Y EL LENGUAJE ENTERNECEDOR DE LOS ATISBOS.
ResponderEliminarMAXI HÜNICKEN
Bienvenido Alberto! Nunca es tarde para empezar! Y no sé si alguna vez saldrá de acá alguna creación de la talla del Quijote, pero eso no nos desanima! desde la a seguimos participando!
ResponderEliminarMe encantó Alberto. Y es aún más lindo porque se puede leer con música, como con cantito.
ResponderEliminarMe encanta porque leo sin saber las caras. Siento que voy conociendo a todos un poco, pero a la vez me falta la cara.
Saludos.
Ey, Willi! Tanto tiempo! Qué bueno verte reaparecer y en este blog. Me gustó ese tono confesional de tu escrito, eso de habernos seguido silenciosamente hasta que de pronto, después de 20 meses, te animás a escribir algo. Es como si este blog, te obligara a escribir y no sólo leer. Un abrazo!
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