Lydia
Zubizarreta, Laguna del Monte Agosto
Word
“I have heard what the talkers
were talking”. Walt Whitman
Palabra
“Escuché lo que hablaban
los que hablan”. Walt Whitman
Escuchando lo que se habla aprendemos a hablar…..y a callar.
Las palabras a mi alrededor forman sonidos que son
parte de mi entorno. También están las
palabras en mi interior, especie de conversación constante, con su sonido no
emitido aunque real y presente.
Sin palabras no hay consciencia de la experiencia
ni posibilidad de memoria, dijo Aldous Huxley.
El lenguaje es pensamiento, afirma Heidegger. Existe, sin embargo, un pensamiento previo a
la palabra.
Un concierto de Grieg, a plena orquesta, surge del
silencio que lo rodea. En el Va Pensiero de Verdi las palabras,
entrecortadas, forman sonidos como si fueran latidos, luego la melodía se
suelta en vuelo, siempre entre silencios.
También la gran pintura está llena de esa presencia del silencio. Tanto se ha dicho de la
Mona Lisa y ella nos sigue
mirando en silencio delatando la banalidad de tanta palabra. Turner nos ofrece
sus paisajes como tumultuosos torbellinos dentro de un marco de silencio.
Del silencio también surge la palabra. En el Yo
y Tu de Martín Buber se da todo el contenido de estas dos diminutas sílabas
y Paul Celan, al escribir “En los ríos,
al norte del futuro”, usa las palabras sin su lógica habitual evocando en
nosotros experiencias inarticuladas, apenas sospechadas.
La palabra escrita es fuertísima, en los libros nos
trasporta a través del tiempo y del espacio.
¡En los Diálogos de Platón las
preguntas de Sócrates nos interpelan con su ironía desde hace 24 siglos!
“Al
principio existía la Palabra
y la Palabra
estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios”, así comienza el Evangelio de San Juan.
Hagamos silencio.
Lydia
Zubizarreta
Lydia, me pareció muy luminosa esa mirada que presentás sobre el silencio. El silencio no es vacío, sino un pensamiento que nos abraza y nos excede y nos impulsa a desplegar dentro suyo nuestra capacidad de creación. Nuestra propia nota.
ResponderEliminarMe conmovió tu capacidad de empatía con todos esos "hacedores" de los ejemplos que describís de la música, la pintura, la filosofía, cada uno con su lenguaje supo hallar eco en tu alma. Eso es una enorme riqueza.
A mí también me gustó el contrapunto entre palabra y silencio. Y los ejemplos que ponés son más que elocuentes. Qué lindo el verso de Celan! La verdad que es bueno recordar tantas cosas bien dichas, últimamente la violencia verbal y la verborragia sin sentido parecen tapar todo lo bueno que se ha pronunciado!
ResponderEliminarMuchas gracias, Angeles y Marisa!
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