http://www.tti-online.es/?works=salvador-dali-regresa-al-pompidou (Ilust. Blog)
Sálvame
de los terrores accidentales.
Asevera
mi nombre o deposítalo
en una
yerba de recuerdos verduzcos.
He
completado la degustación del cosmos
y ahora
sólo vaticino sombras y crueldades.
Imperio
de senos, matización de malicias,
sujetando
balcones con nuestros dientes de sal,
secreto
mutilado, cata de corazones acústicos…
He visto
como la confusión se convertía
en un
lugar sombrío engullido
por
mordeduras de menesterosos.
Dios
remueve su café de dados.
Ahora el
planeta Tierra no cabe en un vaso
de
esperanzas albinas.
Conocemos
lo que vemos, lo que sentimos
por el
mero hecho de sentir.
Rescatamos
de los vestigios expectantes
olores de
pan caliente, bisagras de albor
y tamices
de terrores accidentales.
Alexander Vortice
Tus versos están llenos de metáforas exigentes y novedosas, Alexander. Esos dientes de sal, corazones acústicos, esperanzas albinas. Sos como un peregrino que ha atravesado "una temporada en el infierno" del sabe que se puede salir gracias a los olores de pan caliente, bisagras de albor y tamices de terrores accidentales.
ResponderEliminar¡Quien pudiera tamizarlos! Me encantó esa idea.
Gracias, amiga Marisa. Mi temporada en el infierno continúa, junto a vosotros, junto a ellos... la poesía es el reposo del pecado permanente, el pecado que suda a golpes de esperanza.
ResponderEliminarSaludos y gracias,
Alexander Vórtice
EXCELENTE ALEXXXXXXXXXXXXXXXX.
ResponderEliminarMH