jueves, 17 de octubre de 2013

Yacente (María Echevarría)






“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” (Mt 11, 28-30)


Me siento sin hacer nada y pienso. Pienso, ¿por qué extraño tanto a quien tanto me lastimó? ¿Por qué sigo justificando a quien ni siquiera sabe que estuvo mal? ¿Por qué equiparo tan fácilmente estar sola con sentirme sola? ¿Por qué necesito del visto bueno de los demás? ¿Por qué si no hay nadie mirando es como si mi vida entera se pusiera en pausa? ¿Por qué no puedo hacer nada de mi vida si no tengo testigos? ¿Cuándo y por qué me dejé invadir por el miedo, dejé que tomara posesión de mí y me paralizara? ¿Hasta cuándo? ¿Por qué y durante cuánto tiempo más voy a yacer inerte, esperando todo de los demás y nada de mí misma? ¿En qué momento y cómo voy a salir de este letargo? ¿En qué momento dejé de creer? En Dios, en la felicidad, en los demás, en mí. ¿Cómo se recupera la fe? ¿Y la esperanza? ¿Cómo se reinicia la acción cuando hace años que uno sólo supo yacer inerte? ¿Qué movimiento, qué sonido, qué chispa puede sacarme de esta rutina? ¿Cómo se sale de este pozo, de esta inercia, de esta nada? ¿Para qué?

María Echevarría

3 comentarios:

  1. MUY BUENO. SE VE QUE NOS HECHIZO LA YACENTE MARIA

    MH

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  2. Pero dos Marías distintas, Max! Ésta, todavía sufriendo la espera, parece.
    Ánimo, María, que un día te vas a sorprender que ya hace tiempo que no te venís haciendo las preguntas y ni siquiera te diste cuenta!
    No sé si la imagen la puso Marisa o vos, pero se la ve bien a la chica... tal vez el secreto esté en disfrutar este yacer todavía un tiempo más...

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  3. ¡La puse yo Anqui! Es la bella durmiente.
    El texto María, me hizo pensar en un stand by de la vida, por eso se me ocurrió poner esa imagen. Todo se detiene... Aquí todo se detiene me parece ante la pregunta "¿Se puede ser feliz en soledad?" Esa pregunta la leí la semana pasada en un libro de Camus (Carnets, 2) y me vino inmediatamente a la memoria en la lectura de tu texto. Me transmite una experiencia de soledad muy honda, la misma que describe Camus. El va haciendo una especie de poda de las fantasías que albergamos acerca del protagonismo que nosotros creemos tener en la vida de los demás y viceversa en un tono muy realista y va llegando a la conclusión de la inevitable soledad del ser humano. Es una experiencia que todos alguna vez tenemos y espero sea desmentida.

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