En la chimenea temprano
luego que el fuego ardió
uno descubre que no todo es ceniza
sino que alguna brasa quedó
Hay veces que la mirada
que torna a la chimenea
ya apagada Ve solo cenizas
y no descubre las brasas
Pero aquellas pequeñas rocas
calientes anaranjadas,
son capaces de ellas mismas
encender nuevo fuego
si una Mano Amorosa las llama
María Sol
Rufiner
Es cierto eso de que sólo renacemos de nuestras cenizas cuando alguién esta ahí acompañándonos y nos tiende una mano. Alguna vez incluso me ha pasado de querer levantarme de una caída simplemente para no defraudar a esa mano amiga tendida.
ResponderEliminarSé que te estas refiriendo a otra Mano. A mí me ha llegado ese calor también a través de múltiples pequeñas manos, a veces muy, muy pequeñas
Muy linda esa foto.
Gracias Sol
¡De nada Marisa! Creo que que haya una Mano no le resta la importancia a las manitas. Si mal no recuerdo el bien es difusivo de sí y no hay que restarle importancia a las causas segundas. Mi idea también es la Esperanza, a veces no sabemos ver la realidad completa y vemos solo cenizas sin esperanza, pasando por alto las brazas, pero la Providencia siempre las ve, su Mirada más profunda, sabe ver a traves del polvo, y nos manda el aliento para que nos encendamos. A veces otra rama encendida que nos contagia su fuego, otra un poco de acerrin y querocen que le da fuerza, o leña nueva para que nos impulse a arder o a encenderla. Siempre tiene sus formas. Lo importante, no perder la Esperanza, prestando atención a lo real :-).¿No?
ResponderEliminarBesos
MS
Dicen que el fuego nos hipnotiza porque toca nuestras fibras más primitivas y antiguas. Qué lindo que es!
ResponderEliminarno conozco a nadie que no pueda estar horas y horas mirándolo cuando lo tiene delante!
La llama es el símbolo de la vida espiritual. Cuidar la llamita interior, digo yo, y San Juan de la Cruz: "¡Oh! Llama de amor viva......."
ResponderEliminarMuy buenas las metáforas del fuego y la vida.
ResponderEliminarQue importante es la presencia de alguien o algo para reavivar la llama que muchas veces parece apagada.