León Ferrari, Planeta, 2003
"No es bien que los hombres honrados sean
verdugos
de los otros hombres,
no yéndoles nada en ello"
(Don Quijote de la Mancha, Cap. XXII)
Es
verdad que tengo varios defectos. Podría estar días hablándoles de algunos.
Pero mejor no, lo dejo para otro momento. Hoy prefiero hablar de mis fobias y
de una en particular: el instintivo rechazo que siento cuando noto en cierta
gente un especial afán o impulso a controlar.
Porteros,
profesores, suegros, maridos, mujeres, padres, hijos, amigos, jefes, vecinos,
empleados. No importa qué rol esté cumpliendo, al controlador se lo encuentra en todos los sectores. Se las ingenia
para observar, registrar, seguir, acechar, espiar, husmear. Con indirectas,
simulaciones, apariencia de interés o preocupación y amparándose en una moral
que desde el vamos está traicionando, todo lo averigua, nada se le escapa.
¿Qué
le pasa? ¿Qué busca? ¿Por qué no relaja? ¿Cuál es su tormento? me pregunto y
vuelvo a preguntar.
A
veces comprendo y pienso que su propia insatisfacción interior lo vuelca a
estar pendiente del otro y de su vida.
Algunas
veces - las menos- me sumerjo en una variación imaginaria pesimista del mundo y sólo lo veo como la
siniestra presencia del mal en la historia. Encarnado. Disimulado. Cotidiano.
Próximo.
Ángeles Smart
Uf Anqui! ¡No sabes la cantidad de gente que empezó a marchar (literalmente, como una escena de The Wall) en mi memoria con tu texto. Algunas me ha costado años "echarles flit", otras siguen revoloteándome. Creo que tengo un nombre para cada una de tus cucarachas. Y no sé si alguna no llevaría el mio. Muchas, muchas veces uno es verdugo de sí mismo. Pregúntenle sino a Gregorio Samsa.
ResponderEliminar¡Buenísima la imagen también!
PD 1: Para los que estén extrañando los comentarios de Ángeles sepan que hay un motivo: Anqui se encuentra en unas "jornadas académicas" en Méjico. Vuelve mañana.
PD 2: Creo que la K trajo un tema vinculado a la cuestión del control. Los otros nos invaden como cucarachas, uno mismo que lucha por no "perderse" en los Kevins, y luego está aquel caballo negro interior al que nos vemos obligados a acortar las riendas sino queremos caer en regresiones.
¡Demasiados frentes! Yo mejor me tomo el KEP de Fede rumbo a lo desconocido y ¡Good show! Como decía Tato Bores.
Buenísimo, Marisa, con tu humor, siempre!
EliminarÁngeles!!! Qué identificada me siento yo y, muy seguramente, muchos que te leen!!!
ResponderEliminarLamentablemente yo también me veo inmersa en "en una variación imaginaria pesimista del mundo". Creo que de hecho a veces es inevitable, y a estas alturas ya no sé si es pesimista o un realismo tirando al pesimismo, es decir un pesimismo argumentado.
La imagen, definitivamente, acompaña tu texto! MUY BUENO!
Un beso,
Sofi
Ángeles! Muy bueno! Para mí, es el signo de un alma mezquina y resentida. No creo que estemos exentos totalmente de esto, porque siempre en alguna circunstancia particular, aflora esa voluntad de poder, de control. Es decir, estar exentos requiere una virtud, si no hay virtud, ese control patético viene en la manufactura de nacimiento. ¿No?
ResponderEliminarPD. Qué bueno, Marisa, que digas que estaba en un Congreso en México. Cuando leí este texto, pensé que era un texto póstumo de Ángeles. Ya te iba a preguntar dónde estaba.
Creo que la confianza es la base de la democracia... Y no sólo de la democracia, sino de los buenos matrimonios, de las férreas amistades, de las deseables relaciones entre compañeros de trabajo... Esa actitud mezquina, soberbia y carente de una mirada amorosa hacia el otro, lamentablemente, la encontré en casi todos los trabajos por los que pasé y también, muy a mí pesar, en la facultad donde estudié... Es una actitud muy valorada en el mundo del trabajo competitivo de nuestros días... Creo que la virtud a cultivar que cura este veneno es la caridad... Muy bueno!
ResponderEliminarCoincido totalmente!!! Bien pensado y expresado. Me encantó!!! Felicitaciones, Ángeles.
ResponderEliminarAngeles, tu texto me trae a la memoria la lectura que hemos compartido de M. Foucault "Vigilar y castigar" en lo referente al conocimiento que da poder y, vv., el poder que genera mas conocimiento, a modo de retroalimentación. Coincido con los comentrios precedentes de que, en general, un tal "vigilante" no practica eso justamente por amor. Aunque deseo agregar que en caso del amor al prójimo tmbién se está atento respecto del otro - para saber qué y cómo brindárselo.
ResponderEliminar¡Muy buena oportuna su aclaración Estanislao,sobre la necesidad de estar atento a los demás!
EliminarMe hizo acordar a "superagente 86" con Kaos y Control. Y pensaba que la contrapartida al caos no es el control, sino el orden.
ResponderEliminarY el orden presupone la humildad del dejarse llevar por los designios de Dios. No hay controlador que soporte esto!
Hola Gente!!! tanto tiempo. La verdad que México me cautivó tanto que me costó aterrizar del todo. Gracias a todos por la lectura y los comentarios. En estos días iré de a poco leyendo lo que se fue publicando.
ResponderEliminarCon respecto al tema del contrapunto en la virtud, en la caridad en especial o en la mirada atenta se los agradezco, porque cuando caigo en lo que Sofi llama el pesimismo argumentado, urgente necesito que me rescaten con ejemplos que marquen que se pueden cosntruir comunidades que liberan y no sólo que oprimen. Con respecto al superagente nunca había pensado en esa dialéctica de kaos y control que se olvida del orden, de tanto mirarlo de chica se lo creí! ja! Y lo de a veces ser verdugo de uno mismo que marcás Marisa... totalmente de acuerdo! Saludos.