http://helios.hampshire.edu/~jjwss/about/kakaniaatwar.html (Ilust. blog)
Cuando en el Imperio Austrohúngaro las cosas empezaron
a ir mal,
surgió el nombre irónico Kakania como sustituto de la
doble K, que no
significaba Kafee und Kuchen (una especie de
"Todo va mejor con Coca Cola" del XIX),
sino Keiserlich und Königlich, imperial y real.
¿Por qué las cosas empezaron a ir mal?
Porque no supieron ser fieles a la tradición de
incorporar las
diversidades -respetándolas- en el gran tronco K und
K.
Estas son memorias K, de Emilio Komar.
Luis Baliña
Muy interesante el punto de vista y el juego con las palabras que empiezan con K. Me gustó.
ResponderEliminarIncorporar lo diverso con respeto. Nosotros también podríamos aprender de esa historia. Parece que siempre se repite.
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