Diseño: Mc
Ishi /
Imagen: “Punk rock girl” de Kenneth LaButte Multi Medium Artist
La triste desgracia de la K subversiva
Eras la anarkista,
la punk rocker y siempre
tan inkonformista
kon el sistema.
Eras la de tachas
y kampera de kuero,
kadenas como cintos,
borcegos a la miseria.
Sin embargo,
tu poder subversivo
está perdiendo la kontundencia
de otrora.
No es k estés vieja,
ni tu diskurso gastado
sino k algunos insolentes
han usurpado tu lugar.
La K ya no es guerrillera ni
tirabombas, es oficial,
como el miliko k tanto kritican.
Y por más k intentes destruir
las palabras, komo signo de rebeldía,
vendrá algún akomodado que engrose
esa K y transforme tu protesta en
un lindo slogan que diga, más o menos, así:
Te bankamos, Kristina, kueste lo k kueste!
Héctor Makishi Matsuda
Las letras y las palabras, las frases pueden reciclarse al infinito como una plastilina, intentando ajustarse a las "necesidades" del tiempo. Aun mentir su pasado. Pero la realidad encuentra los poros en esa masa por donde hacer escuchar sus lamentos.
ResponderEliminarMe gustó mucho la imagen que diseñaste, Héctor para ilustrar tanta fantasía.
Me encanta, Héctor, tu estilo desfachatado y desprolijo... Lástima que después uno te ve y sos el tipo más formal del mundo, parece que venís de una ópera en el Colón... Deberías comprarte unos buenos cueros negros, teñirte el pelo de rojo y nos vamos a Requiem a escuchar Depeche Mode, The Cure y Joy Division... (Sigue existiendo Requiem?)
ResponderEliminarPero yendo al escrito, me parece que la esencia de Kristina está más cerca del de una "yuppie", amante del poder, de la plata y de las apariencias, que de una "punk" subersiva y descontenta. Y no de ahora, sino de siempre, porque como dice Francella en "El secreto de sus ojos": lo que no cambia es la pasión... Claro que éste es el mundo del doble discurso y de la hipocresía: enarbolar la bandera socialista es una buena estrategia marketinera para salirse con la suya... Y esto desde que Marx pregonaba la revolución pero maltrataba a su criada...
Te quiero mucho!
Creo que no habla de Cristina como la punk rebelde.
ResponderEliminarLo que yo entendí es el tema de la rebeldía a través del lenguaje, que los punks (y muchos otros) expresaban, por ejemplo, incorporando la k en vez de las otras letras similares (q o c), pero que, ahora, con un oficialismo tan fuerte, la K se ha convertido en un símbolo del oficialismo, de la mayoría, de lo "políticamente correcto", de los poderosos, lo cual invierte totalmente la intención de los punks y todos los grupos under.
Muy buena imagen, MaKishi.
Y sí coincido con Claudio en que podrías alterar tu estilo para acercarlo más a tu delirio poético, jaja.
Ahora que leí tu comentario y releo el poema, creo que me quedé con lo de la Cristina subersiva e interpreté cualquier banana. Muy atinado tu comentario. Abrazo!
EliminarMuy exacto, Guillo! Sí, en los 90s, tenía una onda así. Cfr. facebook. En realidad, una onda más "New romantic" o lo que se llamaba también "New Wave".
ResponderEliminarClaudio, Requiem ya no está más. Era la que estaba en 25 de mayo o San Martín? Creo que ya no está más.
Gracias por su comentarios. He pedido al editor que me corrija algunos espacios.
Me gustó mucho tu texto, cómo se oficializò la K, debe estar muy enojada, una queja más para sumar al texto de Marcela López
ResponderEliminarMuy bueno Héctor!
ResponderEliminartanto lo que escribiste sobre la o los K, como el tema del punk y tu look de otrora, me hizo pensar en cómo el tiempo nos va modificando y vamos abandonando a veces sin darnos cuenta estilos, vigencias, intereses. En realidad es un bajón. Ya se que uno tiene que focalizarse en lo adquirido y lo madurado, pero sabés lo que daría por volver a la Angeles de 16 años. Y no por la superficialidad de las no arrugas, no canas y ropa ajustada, más por lo profundo de ese incorformismo ante los sistemas o por que más no sea quedarme despierta toda la noche discutiendo o escuchando música con otros. Ahora mis 8 horas de sueño son sagradas. Eso es haber envejecido!
Jaa!! Bah, no sé si es para reírse o llorar. Sí, a mí me gustaba traducir canciones de The Clash, Depeche, Echo, Smiths, entre tantos otros y sentía que estaba en "cerca de la revolución" como diría el Bigote Bicolor. Vestir con esos sacos negros, camisa blanca bien cerrado hasta el cuello y los borcegos negros era como una forma de decir a mis pares: "¡Idiotas, por qué delirás con Vanilla Ice o Mc Hammer!, ¡no dejes que te succione el sistema!" y uno se sentía brillar oscuramente. Pero ahora que ha pasado el tiempo, siento que ése era mi forma incipiente de hacer filosofía y por más que pasaron años, me asombro al darme cuenta que mi pasión sigue intacta. De hecho, estoy terminando mi tesis de licenciatura en filosofía sobre Industrias Culturales y la Escuela de Frankfurt. ¡Qué más punk que los de Frankfurt!,¿no?
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